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Las engañaba con ofertas de trabajo y luego las explotaba sexualmente en un catálogo de WhatsApp

El acusado, de 50 años, fue detenido en Villa Mercedes y liberaron a sus víctimas.

El fiscal federal Cristian Rachid confirmó la detención de un hombre de 50 años que, a través de engaños, contrataba a mujeres y luego las explotaba sexualmente ofreciéndolas en un "catálogo" por WhatsApp. El procedimiento se realizó en Villa Mercedes, provincia de San Luis. Ahora los investigadores intentan determinar si hay una red de trata operando en la zona.

El imputado, identificado como Julio Flores, vive con su familia en la segunda ciudad de importancia de la provincia. Según surge de la investigación, ofrecía trabajo de limpieza a sus víctimas a través de Facebook y WhatsApp pero el verdadero objetivo era el de someterlas a trabajo sexual.

Según consta en la causa, una de las mujeres fue contactada por el individuo por Facebook. El imputado logró convencerla de que viajara a Villa Mercedes. Le dijo que una vez allí conseguiría el trabajo. La mujer advirtió el engaño después de viajar desde Mendoza a la ciudad puntana y logró contactar a un hermano que radicó la denuncia ante la Justicia. La investigación se inició en 2015, pero recién tomó estado público a partir de una serie de allanamientos.

A raíz de esa denuncia, dos de las víctimas fueron rescatadas de la vía pública como resultado de los procedimientos llevados a cabo por la Policía hasta llegar a la detención del acusado.

El acusado ya fue indagado la semana pasada por el delito de explotación sexual y trata de personas y quedó detenido a disposición de la Justicia Federal de San Luis.

De acuerdo a la información publicada en el sitio www.fiscales.org.ar, el acusado les ofrecía las mujeres telefónicamente a sus "clientes de confianza" a través de un "catálogo" de fotos que el mismo elaboraba. El imputado además había creado un grupo de WhatsApp cuyo nombre era "Óvulo" en el cual estaban los contactos denominados "clientes" y amigos que elegían su oferta. Para formar parte del grupo los clientes debían abonar una comisión independiente del servicio sexual.

La fiscalía llegó a determinar que el acusado le imponía a las mujeres cumplir lo que llamaba "los diez mandamientos". Entre estas imposiciones, se encontraban contar con un celular con sistema Android para poder ser controladas por GPS, mantener relaciones sexuales con el propio imputado cuando quisiera a cambio de ropa, zapatos y celulares, que pasarán información de con quién y dónde se efectuaban los "pases" de los clientes que eran "amigos, conocidos, gente mayor que no harían problemas" o que no alertaran a la Policía.

Los investigadores detectaron que el acusado se encargaba de buscar a las víctimas en su vehículo particular, las trasladaba hasta el sitio donde debían mantener relaciones y las esperaba a la salida. Si algún cliente no contaba con dinero en ese momento, el propio imputado los acercaba a buscar el efectivo.

San Luis. Corresponsalía.