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La relación se deterioró hace tiempo

*Por Martín Dinatale. Las palabras hirientes de José Mujica marcarán un antes y un después de los vínculos entre ambos países.

Nota extraída del diario La Nación.

Ya nada será igual. Por más que la diplomacia busque remendar el daño o desde la política se intente maquillar torpemente un quiebre inequívoco, las palabras hirientes de José Mujica marcarán un antes y un después de los vínculos entre Montevideo y Buenos Aires.

                                            

La relación personal y política de Cristina Kirchner y Mujica era tirante desde hacía tiempo y ambos se encargaban de ocultarlo o de suavizar los hechos. También tapaban con coincidencias ideológicas bolivarianas el distanciamiento pragmático de sus economías. Así, el exabrupto de Mujica sólo blanqueó, brusca y desatinadamente, un vínculo controvertido. Una muestra más del sincericidio de Mujica fue el agregado final en aquel micrófono abierto. Cuando le avisaron que sus duras palabras contra los Kirchner habían salido al aire se preguntó irónico: "¿Qué le hace una mancha más al tigre?" Mujica ayer no hizo demasiados esfuerzos por disculparse. Y, a la vez, la Presidenta le cerró toda vía de diálogo.

Las escasas palabras de Mujica el día después del exabrupto resultaron "escasas y poco alentadoras" para la Casa Rosada. "Nada ni nadie podrá separarnos, definitivamente", dijo el presidente uruguayo en un ensayo muy lejano a un pedido de disculpas. En aquella breve frase de Mujica, que en el oficialismo de Montevideo leyeron como una suerte de "olvidar y mirar hacia adelante", sólo se alentaron más sospechas: por su tamaño y posición geográfica, a Uruguay no le quedará más remedio que acostumbrarse al maltrato argentino para seguir con el tono bélico la relación.

Si esto fuera así, Mujica ya actúa con antídotos. No es casual que últimamente Uruguay haya virado toda su política exterior hacia Brasil en desmedro de la Argentina. Esta no sólo es una muestra más de que Brasil se consolida como líder regional. También habla de un mayor aislamiento de la política exterior de la Argentina, que se pelea con sus vecinos, con la Unión Europea y con Estados Unidos en simultáneo. En la Casa Rosada trataron de minimizar los hechos. "Todo seguirá igual", coincidieron cerca de la Presidenta. Aseguran que a Cristina Kirchner le dolió mucho el calificativo despectivo de Mujica.

La primera muestra de que no todo seguirá igual la dio ayer el propio Mujica. Su gobierno puso una barrera a las compras que sus ciudadanos hacen en la Argentina aprovechando la diferencia cambiaria y fijó la política más dura, llamada "Cero Kilo".

"La mentira tiene patas cortas. El idilio de Pepe con Cristina se terminó", dijo anoche un destacado diputado de la oposición uruguaya. Pero no será tan sencillo terminar ese "idilio" y menos aún volver a la normalidad. Hay muchas cuestiones en juego que deben definirse entre la Argentina y Uruguay. Por empezar, la creación de una empresa binacional para realizar las obras de profundización de dragado en el Canal Martín García, que beneficiaría a la economía uruguaya. También está pendiente la profundización del intercambio de información tributaria entre ambos países, la continuidad de la política de Uruguay contra los habitantes de las islas Malvinas y Londres, los acuerdos impositivos y la discusión por las trabas a las importaciones que impone Guillermo Moreno..