DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La oposición fue con reparos y se ubicó en primera fila

Dirigentes de distintos sectores de la oposición siguieron desde la primera fila el discurso de la presidente Cristina Kirchner en la Casa Rosada y si bien consideraron "correcto" el mensaje, pidieron profundizar las medidas en la lucha por la soberanía de las Islas Malvinas.

El diputado Francisco de Narváez fue ubicado al extremo derecho de la Presidente, junto al ministro de la Corte Eugenio Zaffaroni, y a su lado siguieron los legisladores Alfredo Atanasof
(Frente Peronista), Patricia Bullrich (Unión por Todos), Federico Pinedo (PRO), Ricardo Gil Lavedra (UCR), además del titular de la UCR, Mario Barletta; y los senadores Rubén Giustiniani (Partido Socialista) y Juan Carlos Marino (UCR).

Ninguno de ellos se sumó a la ovación con la que los dirigentes del oficialismo recibieron a la mandataria en el Salón de los Patriotas Argentinos y sólo aplaudieron con cautela en tres o
cuatro tramos del discurso, especialmente cuando Cristina habló de las Malvinas como una "causa argentina" e hizo al premier británico, David Cameron, un llamado a la "paz".

También estuvieron los gobernadores no alineados a la Casa Rosada, como el santafesino Antonio Bonfatti y el puntano Claudio Poggi, no así el radical correntino Ricardo Colmbi ni el porteño Mauricio Macri, que está de vacaciones fuera de Buenos Aires.

"Nosotros decidimos concurrir porque era una cuestión de interés nacional y me parece correcto la desclasificación, como me parece correcto denunciar todos los intentos de militarización. Pero se puede hacer mucho más", señaló a Noticias Argentinas Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados de la UCR.

Al respecto, recordó que en el Congreso fue sancionada una ley "aún no reglamentada" que establece la necesidad de que no haya "ninguna relación directa o indirecta entre las empresas que extraen petroleo" con actividades en la Argentina, y remarcó que hay una serie de denuncias por la relación con la minera de Famatina.

Pinedo, único representante del PRO en la Rosada a raíz de las vacaciones de Mauricio Macri, sostuvo por su parte que el discurso de la mandataria fue "impecable", por lo que no pronunció "ninguna palabra de crítica".

"Impecable el discurso, ni una palabra más ni una palabra menos. Impecable el llamado a la paz, porque fortalece mucho la posición argentina ante el Reino Unido en este año de recordación de la guerra. Impecable la denuncia de militarización en Naciones Unidas porque es la contracara del llamado a la paz y muy bien lo de Rattenbach. Así que no tengo ninguna palabra de crítica", dijo a NA.

A su turno, el diputado socialista Juan Carlos Zabalza se mostró "conforme" con el discurso y esperanzado en que "este sea el inicio de una camino de dialogo abierto que es imprescindible recorrer por los argentinos".

"Nosotros nunca tuvimos ninguna duda en el tema Malvinas y vamos a tratar de ser parte de una política de Estado para tener fuerza de representar a toda la Argentina. El anuncio me pareció bien en general", indicó Zabalza, uno de los principales colaboradores del ex candidato presidencial Hermes Binner.

Su par del FAP Victoria Donda dijo que "en lineas generales el anuncio fue bueno, correcto", pero "siempre teniendo en cuenta que esto es un primer paso", ya que "las necesidades son muchas".

De Narváez, uno de los principales opositores al Gobierno, se retiró de la Casa de Gobierno sin hacer declaraciones, mientras que otros que decidieron no asistir, como la Coalición Cívica y el
GEN, Proyecto Sur y referentes del PJ disidente hicieron llegar su postura en diversos comunicados.

"Creemos que los anuncios de hoy van en el sentido correcto e insistimos que muchas de estas cuestiones deben poder ser discutidas en un espacio más amplio, como es el Congreso nacional", indicó el titular de la CC, Adrián Pérez.

La convocatoria había generado algunas divergencias y dudas entre los opositores. Luego de analizar la propuesta internamente, la Unión Cívica Radical, el Frente Peronista y el Partido Socialista decidieron aceptar la invitación del Gobierno.

De la otra vereda quedaron la Coalición Cívica y el resto de los integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP), como el GEN, Unidad Popular, Libres del Sur y el Frente Cívico, que se
diferenciaron del socialismo de Hermes Binner.