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La muerte de una jirafa reaviva la polémica: ¿el ecoparque deteriora a los animales?

Fuente oficiales dijeron que tuvo "una descompensación generalizada". Le harán una autopsia.

Nació en el ex Zoo hace 18 años y, cuando se lanzó la conversión de ese espacio en Ecoparque, no pudo ser trasladada. Este martes por la mañana murió Shaki por una descompensación generalizada, según confirmó por la tarde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.

La información se conoció diez días después de la muerte de la rinoceronte Ruth, de 24 años, por una infección generalizada, en medio de la polémica por el traslado de los animales de ese espacio.

El primer indicio de que algo andaba mal con Shaki fueron los síntomas de un cólico, que fue tratado de inmediato, indicaron fuentes del Ministerio. Pero el tratamiento no funcionó y el animal finalmente murió.

En las próximas horas se hará la necropsia para tener precisiones sobre la causa de muerte. También se efectuarán estudios complementarios, como histopatología, cultivos y citología. Las jirafas pueden vivir en cautiverio hasta 35 años.

En agosto de 2017, el Zoo porteño fue cerrado para comenzar la obra de reconversión en Ecoparque. Y aunque muchos animales fueron trasladados, Shaki, Buddy -su compañero- y Ciro -su cría- se quedaron. "La idea es no tener más jirafas, pero la derivación de un animal de esa envergadura es muy difícil", había dicho la coordinadora de Comportamiento Animal del parque, Eugenia Dahdah, en mayo del año pasado.

Es que, argumentaron en su momento, el cableado porteño y los puentes harían imposible el traslado de los animales por avenidas y autopistas.

Con todo, en los últimos años se había mejorado el entorno de las jirafas. Se había nivelado y cambiado el piso para que no se tropezaran y cayeran. También se les había construido un quincho de 115 metros cuadrados para que tuvieran sombra, y se habían adecuado los comederos, la instalación eléctrica, los desagües, las estufas y el sistema de iluminación.

Organizaciones protectoras de los derechos de los animales han encabezado varias protestas por el estado de ellos en el Ecoparque. "No hay santuarios para las jirafas, pero por lo menos hay que sacarlas de la exhibición y darles la mejor calidad de vida posible", había dicho Carolina Martín, una de las fundadoras de la asociación Proyecto 4 Patas.