DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La muerte de Geñi Laprida, la hija de una de las Trillizas de Oro: ¿es común el cáncer de mama antes de los 40?

La joven de 34 años luchó tres años contra el cáncer de mama. DiarioVeloz habló con especialistas.

La muerte de la hija mayor de una de las Trillizas de Oro generó gran conmoción ya que se trataba de una joven de apenas 34 años. Geñi Laprida luchó durante casi tres años contra el cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres de nuestro país.

En Argentina se diagnostican aproximadamente 19.000 nuevos casos por año y se calcula que 1 de cada 8 mujeres que hayan alcanzado la edad de 80 años habrá desarrollado la enfermedad en algún momento de su vida.

La edad continúa siendo uno de los principales factores de riesgo. Si bien en nuestro país aún no están disponibles los datos certeros, se estima que el desarrollo de la enfermedad es muy rara antes de los 30 años, y va aumentando significativamente después de los 40.

Según la Dra. María Eugenia Azar, miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, dialogó con DiarioVeloz y admitió que existe una baja incidencia en mujeres menores de 40 años, tendencia que se mantiene estable a lo largo del tiempo.

"De la totalidad de las pacientes con cáncer de mama, el 6,6% se diagnostican antes de los 40 años. Esto representa un 3,2% en el rango etario de 40 a 35, un 2,4% entre 35 y 30 y un 1% en menores de 30 años", señaló la profesional.

Por otra parte, el Dr. Luciano Cassab, también miembro de la Sociedad Argentina de Mastología, destacó: "Si bien los antecedentes familiares de cáncer de mama u ovarios suelen ser factores de riesgo muy importantes, el llamado cáncer de mama genético o hereditario, no es el más frecuente ya que representa sólo el 15% de todos los cánceres de mama diagnosticados, mientas que el 85% restante son lo que se denomina: cáncer esporádico".

En mujeres con antecedentes directos (madre o hermana) se recomienda realizar el primer control 10 años antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano, que por lo general es a los 30 años. "A los controles habituales como la mamografía y la ecografía, se les agrega una resonancia nuclear magnética mamaria -también de forma anual- y se aconseja la consulta con el especialista cada 6 meses", remarca la Dra. Azar.

Gracias a los avances de la tecnología, hoy se pueden detectar micro estructuras que permiten confirmar o no la existencia de una lesión maligna, antes de que se presente en forma visible o que cause dolor. Sin embargo, el 90% de las mujeres menores de 40 años con cáncer de mama son sintomáticas, es decir, consultan al médico porque han palpado un nódulo o se ha producido un cambio en sus mamas.

"La detección temprana de la patología es muy importante ya que cuanto antes se detecte el tumor y se inicien los tratamientos, mayores serán las posibilidades de curación como así también las chances de obtener mejores resultados estéticos", sostiene el Dr. Cassab y agrega: "En general, el cáncer de mama es asintomático en sus estadios iniciales, esto quiere decir que no duele ni presenta síntomas visibles que alerten el desarrollo de la enfermedad, por eso es importante que las mujeres estén atentas a los cambios que pueden producirse en sus mamas".

La Dra. Azar remarca que "el autoexamen es una herramienta útil que ayuda a las mujeres a conocer sus mamas, pero de ninguna manera reemplaza a la consulta médica y a los estudios que permiten obtener una detección precoz".

En este sentido el Dr. Cassab agrega que: "Las lesiones palpables suelen tener al menos 1 cm de diámetro, lo cual significa que la enfermedad no se encuentra en sus estadios iniciales. Es por eso que ante la aparición inesperada de un nódulo o bulto, secreción de sangre por pezón, cambios en el color de la piel, enrojecimiento de la mama, alteraciones en la forma como retracciones u hoyuelos, aparición de ganglios en las axilas o cualquier otro signo fuera de lo común, se recurra al mastólogo para su estudio y control".

En mujeres asintomáticas y sin antecedentes familiares, se recomienda efectuar una mamografía de base a los 35 años, y luego, a partir de los 40 años, una mamografía y ecografía mamaria de forma anual.