DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

La mamá de Santino, el nene asesinado en Puerto Deseado, habló por primera vez tras el ataque 

“Lloro todos los días, pero tengo que superarme”, aseguró María que aún se recupera de las heridas. Además, fue violada. El niño tenía sólo cuatro años.

Nada volvió a ser igual para María Alcoba de Subelza luego de aquel verano. El 20 de febrero viajó desde Rosario de La frontera (Salta) hasta Puerto Deseado con Santino, su nene de cuatro años. Hacía varios meses que no veía a uno de sus hijos mayores, que vive en esa localidad de Santa Cruz. Lo que tendría que haber sido un viaje de vacaciones se convirtió en un infierno que la enmudeció durante estos seis meses.

Durante su estadía junto a su familia María y Santino decidieron tomar un paseo por la costa de Punta Cavendish, como solía hacerlo en otras oportunidades. Ese día fue asaltada por dos sujetos, un hombre y un adolescente.

Hoy habla por primera vez en memoria de su hijo Santino asesinado durante el ataque. Con el corazón lleno de agradecimiento a pesar del profundo dolor cuenta su verdad de lo que le vivió.

En medio de la angustia y pensando que iba a quedar postrada en una silla de ruedas por el resto de sus días, se enteró que los artistas Luis Flores y Aldo Soto rindieron homenaje a su pequeño hijo y a pesar de que todavía se recupera de las heridas del ataque, pensó en agradecerles a ellos y a quienes la ayudaron cuando fue brutalmente agredida.

Con coraje, el mismo que día a día la lleva a levantarse y retomar su vida en la carpintería de la familia, los Subelza, como los conocen en la ciudad de Rosario de la Frontera, levantó el teléfono y se comunicó con TN.com.ar.

“Quiero agradecer a tanta gente que me ayudó y acompañó durante todo este tiempo, pero cada vez que hablo de lo que nos pasó a mi y a mi pequeño Santino en Puerto Deseado, se mezclan las emociones y me quiebro, sabe…”, le dijo a este medio, mientras pausadamente su voz se entrecortaba entre lágrimas. “Quiero que sepan que se dijeron muchas cosas, algunas ciertas otras no, cada uno tiene su versión pero hoy quiero contar las cosas como sucedieron, contar mi verdad y agradecer a tanta gente que me ayudó. Que todos se enteren que es un milagro que hoy esté viva y pueda seguir”, resumió la mujer de 45 años.

En soledad dentro de su cuarto, decide grabar un video y contar por primera vez ante una cámara los hechos de ese horrendo día y hace un escalofriante relato de lo vivido en la Costa de Punta Cavendish. Ese 20 de febrero, dos delincuentes abusaron sexualmente de ella y la golpearon con una piedra gigante. Pensando que estaba muerta, se fueron del lugar. También mataron a su hijo Santino y lo dejaron tirado a la orilla del mar esperando que la marea se lo lleve.

“Cuando me enteré que mi hijo había fallecido pensé que me iba a volver loca, pero no. Sufrí mucho, todos los días lloro un poco, pero cada vez menos y tengo que superarme”, dice conmovida mientras hace memoria de cada una de las personas que la ayudaron.

María no quiere olvidarse de nadie a la hora de agradecer y en nombre de su esposo y sus tres hijos, recuerda al personal del hospital de Puerto Deseado, al comandante de Gendarmería Alberto Lapalma, a sus vecinos, familiares y amigos de Rosario de la Frontera, psicólogas, Intendentes, miles de personas de Salta capital que durante esos días de dolor y angustia interminable hicieron una inmensa marcha. Y a su propio pueblo, que llegó a cortar la ruta nacional 9 para reclamar justicia.

Por el caso fueron detenidos Omar Alvarado de 35 años, quien se suicidó un mes después en una celda de Caleta Olivia. Fue acusado de haberla asaltado y llevado hasta un lugar apartado en las rocas de la costa donde abusó de ella y luego de haberla golpearla con una piedra, cuando ella vio su rostro, la abandonó pensando que estaba muerta. También fue detenido un adolescente que retuvo a Santino, a quien poco después asesinó. “El día que esté la sentencia contra el hombre que mató a mi hijo, quiero ir y escucharla”, afirmó.

Dejá tu comentario