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La Justicia sospecha que hay más involucrados en el crimen de Xiomara

Los detenidos, que se negaron a declarar, sólo tenían la mitad del rescate pagado. Alguien se llevó el resto del dinero.

A Xiomara Méndez (15) la estrangularon para matarla. Las primeras pericias realizadas sobre el cuerpo de la nena secuestrada y asesinada refuerzan la hipótesis de que el rapto fue con fines extorsivos -le exigieron 30 mil pesos y 30 kilos de cocaína como rescate a su familia- y que el crimen no fue accidental. Este jueves, además, se supo que los investigadores buscan saber si hubo más implicados, más allá de los dos detenidos.

Los resultados preliminares de la autopsia indicaron que Naomi murió por "asfixia mecánica por compresión cervical". Es decir, por ahorcamiento. No tenía signos de abuso sexual, aunque aún faltan estudios para confirmar si llegaron a violarla.

La adolescente fue encontrada sin vida por la Policía en el asiento trasero de un Fiat Duna rojo luego de una persecución en la que también fueron detenidos los captores, en la madrugada del miércoles en Ituzaingó. Tenía la cara y el cuello envueltos en cinta de embalar y un cinturón de seguridad enroscado en el cuello. Cuando la llevaron de urgencia al hospital, confirmaron que estaba muerta.

Los detenidos son Luis Alberto Fernández, un remisero con antecedentes penales que trabajaba en la misma agencia que el padre de Naomi, y Bruno Martín Cortez (36), un vigilador privado que estuvo preso por "portación de arma de guerra". Los dos se negaron a declarar este jueves ante a la fiscal María Alejandra Mangano.

Según pudo saber Clarín, la intención de los secuestradores era robarle droga que supuestamente tenía Luis Gerardo Méndez Portilla (34),el papá de Naomi.

Méndez Portilla tiene una docena de antecedentes por infracción a la ley de drogas y robo. Ahora trabaja en la remisería "Los Rebeldes" de la villa 1-11-14, que aparece mencionada en las causas contra el narco peruano Marco Antonio Estrada González (alias "Marcos").

Algo que alimenta aún más la versión narco es el allanamiento del miércoles a la noche en la casa de la madre de Naomi, en Zinny al 1900, donde encontraron cocaína.

Naomi había sido secuestrada alrededor de las 17.30 del martes a la salida del Liceo N° 5 "Pascual Guagliamore", ubicado en Carabobo 297, en Flores. Según sus compañeros, la nena creyó que la habían "mandado a buscar" porque reconoció a un hombre que la llamó y se subió a su auto.

Minutos después su madre, Patricia Morales Pérez (36, de nacionalidad peruana y con antecedentes por infracción a la ley de drogas) recibió un audio de Whatsapp en el que le decían: "Patri, tengo a tu hija Naomi". Los delincuentes le exigieron a la familia el pago de 30 mil pesos y 30 kilos de cocaína.

La madre de Naomi fue con su actual pareja, Euler Quiroz (30, también de nacionalidad peruana y con antecedentes penales) a la ex comisaría 38°, pero ahí no le quisieron tomar la denuncia. Terminaron haciéndola en la ex comisaría 40°.

Al tratarse de un secuestro, la Policía Federal y la fiscal Mangano asumieron la investigación. Mientras siguió la negociación. Y cerca de la medianoche, el padre de Naomi dejó 30 mil pesos en Boedo y Chiclana. Al rato pasó el Duna rojo de los delincuentes, pero no liberaron a Naomi.

El desenlace ocurrió recién a la madrugada y fue trágico. Agentes de la Policía Vial pararon al Duna rojo en un control de rutina en el Acceso Oeste. Fernández, que conducía, tenía todos los papeles en regla. Pero Cortez no tenía el DNI. Como los notaron nerviosos, les pidieron que se bajen del auto y escaparon. Los que salieron a perseguirlos fueron móviles civiles de la Federal que venían detrás.

En Brandsen y la colectora de la autopista, uno de los autos de la Policía chocó al Duna rojo y lo hizo perder el control. Los dos secuestradores se bajaron, intentaron escapar corriendo pero los detuvieron. En el auto, además del cuerpo de Naomi, estaba la mitad del rescate: sólo 15.000 pesos. Ahora buscan saber quién tiene la otra mitad. ¿Hay más cómplices?.

Los dos detenidos están acusados de "secuestro extorsivo seguido de muerte, agravado por haberse producido el pago y por la edad de la víctima". Aunque aún resta determinar por qué no liberaron a la nena después del cobro, trascendió que los dos delincuentes estaban "pasados de droga" en el momento del hecho.