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La increíble y trágica historia del arquero que enfrentará Lionel Messi

El arquero de Bosnia y Herzegovina debió huir de la guerra. Pasó 15 años viviendo lejos de su patria, pero nunca olvidó sus raíces.

Esta tarde, la Argentina debutará en el Mundial de Brasil ante Bosnia y Herzegovina, un país que tuvo su origen en la crisis que padeció Yugoslavia en los 80 y las guerras independentistas de la década siguiente.

En este combinado, donde hay jugadores de origen serbio, bosnio y croata, hay decenas de historias particulares y únicas, como la del arquero Asmir Begovico, quien debió marcharse de su país por las guerras y jugó para Canadá, antes de volver a defender los colores que ama.

Begovico tuvo su origen en la República Srpska, perteneciente a Bosnia y Herzegovina, pero pudo vivir poco ahí: con 4 años debió marcharse por las bombas, las balas y los asesinatos. Stuttgart (Alemania) fue su primer destino, para luego recalar en Edmonton, Canadá.

"Fueron años difíciles para mi familia. Mis padres tuvieron que elegir y tomaron decisiones difíciles en pos de encontrar un lugar seguro para vivir. Estar lejos de los familiares fue muy complicado. Nos adaptamos a diferentes culturas, pero siempre llevé sangre bosnia, jamás nos olvidamos de dónde veníamos", le contó al sitio Augol.

A pesar del amor por su país, tuvo un breve paso por la Selección canadiense: jugó el Mundial Sub-20 de 2007, y hasta estuvo en el banco de suplentes en dos partidos de Primera División, aunque no jugó ni un minuto.

Por eso, el 12 de octubre de 2009 pudo debutar en la Mayor de Bosnia y Herzegovina, en una victoria 2-0 sobre Estonia.


"Recién a los 20 años pude regresar a Bosnia, para el funeral de mi abuelo. Ahí sentí las cicatrices, las cosas malas que nos pasaron, los años que nos habíamos perdido... fue un viaje muy emocional y decidí representar a Bosnia", explicó.

Y agregó: "La Selección significa mucho para nuestro país. Clasificar a un Mundial ha sido de las cosas más brillantes que le ha pasado a Bosnia. Tenemos la capacidad de poner sonrisas en las caras de nuestro pueblo y hacer que todos se sientan orgullosos".

Podrán ganar o perder, pero el pueblo bosnio ya ganó su batalla: "Hoy podés caminar por un hotel cinco estrellas ubicado al lado de un edificio con marcas de disparos en las paredes. Es parte de la esencia de este país, la gente continuó con sus vidas".