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La gran estafa de las "pulseras mágicas" (III)

Las consumen millones de personas mientras una minoría se enriquece abusando de la credulidad pública.

No transcurrió mucho tiempo desde que las pulseras magnéticas con supuestas propiedades curativas fueran expuestas públicamente como un gran fraude, hasta que irrumpieran en escena las pulseras holográficas. No eran más que unos brazaletes de silicona con un holograma en el centro que, presuntamente, se caracterizaban por ser "el sistema de energía personal más avanzado y disponible hasta el momento". Además, los hologramas tenían incrustadas "frecuencias que reaccionan positivamente con los campos energéticos naturales de tu cuerpo para mejorar el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad".

Al menos esos eran algunos de los atributos que distinguían a las pulseras "Power Balance™" que -allá por el 2009/2010- ya se habían convertido en la marca líder de este gran engaño a nivel mundial.


Estas pulseras fueron un "invento" de los hermanos Troy y Josh Rodarmel, ambos empresarios y deportistas, que en 2006 comenzaron a experimentar con los hologramas para plasmarlos en una pulsera. En 2007 ya tenían el prototipo e iniciaron la distribución de las pulseras entre amigos cercanos a su actividad en California (EE.UU.). Sus vínculos con este mundo del deporte fueron clave y un buen trampolín para difundir rápidamente el brazalete energético y crecer económicamente de una manera notable. Se estima que en 2007 recaudaron 8.000 dólares en ventas, para incrementarlos en u$s 200.000 en 2008. Hacia fines de 2009 la cifra ascendía a u$s 5.6 millones con más de 2.5 millones de brazaletes vendidos en 30 países y, en 2010, las ganancias ya superaban los u$s 35 millones.

El secreto del "éxito"

Los hermanos Rodarmel se criaron en un ambiente familiar favorable a la creencia de las medicinas alternativas. Su padre había trabajado para una empresa que vendía minerales y gemas con fines curanderiles en la medicina tradicional china. De acuerdo a la creencia estos minerales emitían una frecuencia que estimulaba la energía vital o chi de una persona. Fue así que Troy y Josh se empeñaron en desarrollar un producto que cumpliera esta función para la industria del deporte. Sin importarles mucho el descrédito en que habían caído las pulseras mágicas, siguieron adelante con su producto enmascarándolo con un accesorio holográfico.

Para llegar con la pulsera Power Balance en forma masiva, se valieron de dos estrategias de marketing que le dieron muy buenos resultados, al menos por unos años. La primera fue la difusión a través de deportistas famosos de diferentes disciplinas. Figuras del básquet, fútbol, automovilismo, hockey, béisbol, fútbol americano, surf, etc., aparecían luciendo su pulserita en plena actividad deportiva. Fotos en revistas especializadas y comerciales costosos ayudaban en la gran campaña publicitaria. Tampoco faltaron celebridades del espectáculo.


El segundo golpe de efecto que sedujo a gran parte de los compradores, lo planearon con demostraciones prácticas que acompañaban la publicidad tradicional. Elaboraron un conjunto de pruebas que, presumiblemente, alejaría todo escepticismo acerca de la eficiencia de la pulserita holográfica.

Los Tests de Power Balance (PB)

En función de lo anunciado en la publicidad, en cuanto a que el uso de la pulsera mejoraba el equilibrio, la fuerza y la flexibilidad, desarrollaron una prueba para cada una de estas capacidades. Cada ejercicio consta de dos ensayos: uno sin pulsera y otro con la pulsera PB puesta.

Equilibrio: consiste en pedirle a una persona que junte sus pies y abra los brazos en cruz manteniéndolos firmes. Luego debe levantar un pie y flexionar la rodilla de manera tal que quede haciendo equilibrio apoyado sobre un solo pie. El operador presionará sobre el brazo que está del lado de la pierna elevada hasta que el sujeto pierda el equilibrio fácilmente y caiga hacia el costado. Se repite el procedimiento con la pulsera PB en la muñeca y la persona mantiene el equilibrio.


Fuerza: esta prueba solían presentarla de dos maneras. La que verás en el próximo video consiste en pedirle a la persona que deje sus brazos colgando al costado del cuerpo y que forme un hueco en sus manos. El operador se ubicará a su lado y presionará en la mano ahuecada del sujeto hasta que pierda la estabilidad. Repite la operación con la pulsera y la persona resiste sin problema.

Esta prueba también suelen presentarla con las dos manos. Se pide a la persona que deje sus brazos caídos y los lleve a la espalda entrelazando los dedos de ambas manos y dejando un hueco. Luego el operador presiona con su mano en ese hueco y la persona perderá el equilibrio o se mantendrá estable según tenga o no la pulsera puesta.


Flexibilidad: se le pide a la persona que junte los pies y levante un brazo hacia adelante y en forma paralela al piso. Luego debe girar este brazo hacia atrás sin mover los pies. Repite la experiencia con la pulsera y logra una rotación mayor.

Reminiscencias mágicas

Cuando vi por primera vez estas publicidades, de inmediato vinieron a mi mente dos mujeres maravillosas que realizaban, allá cerca de fines del 1800, espectáculos muy atractivos en base a una supuesta fuerza muscular extraordinaria que les permitía "controlar el peso" y "resistir el movimiento".

Lulu Hurst (1869-1950) y Annie Abbott (1861-1915), fueron dos ilusionistas norteamericanas que cautivaron al público de su país y Europa con sus habilidades para dominar la fuerza muscular de hombres muy fuertes en diferentes experiencias que podían incluir bastones, tacos de billar, paraguas, sillas, etc.

Una de las clásicas demostraciones que realizaban ambas consistía en tomar un taco de billar con sus manos y sostenerse en un pie mientras, un hombre o varios forzudos, intentaban infructuosamente hacerles perder el equilibrio empujando el taco con sus manos en dirección opuesta. Cuando Lulu Hurst ("La Maravilla de Georgia") realizaba esta prueba era apenas una adolescente de 14 años y Annie ("La Pequeña Imán de Georgia") una jovencita de 24 con una mínima estatura y un peso que apenas superaba los 45 kg.

Este dato histórico viene a colación del nombre que le dio Lulu Hurst a esta prueba: "El Test de Equilibrio". Y, precisamente, como ella bien lo explicó en su excelente libro autobiográfico, parte del secreto de sus proezas obedecía al "principio de palanca aplicado a la DEFLEXIÓN DE FUERZAS" [Hurst, L. (1897) Lulu Hurst (The Georgia Wonder) Writes Her Autobiography, and For the First Time Explains and Demonstrates the Great Secret of Her Marvelous Power. Rome, GA: Psychic Pub. Co., p. 203]. O sea, eran como yudocas, vencían a sus oponentes utilizando y dirigiendo sus fuerzas.

Las pruebas de equilibrio, fuerza y flexibilidad que exhibían las promociones de Power Balance comparadas con los prodigios de estas muchachas, eran totalmente elementales desde el punto de vista de la física. Fue así que, los escépticos de siempre, no tardaron en exponerlos y ridiculizarlos públicamente. El problema es que había mucho dinero en juego y a costa del engaño de los consumidores. Incluso la empresa había extendido el negocio con una gran variedad de productos (colgantes, tarjetas plásticas, etc.) aludiendo propiedades similares a las pulseras.

Se desmorona el imperio

Todo marchaba viento en popa hasta que, a fines de 2009, comenzaron a desvanecerse las pretensiones de los promotores de PB. Uno de los primeros grupos de escépticos que salieron al cruce de semejante engaño fueron los australianos. Con Richard Saunders a la cabeza, se inició el desenmascaramiento de las pulseritas mágicas en el programa televisivo "Today Tonight". Con la participación de Tom O'Dowd, representante de PB en Australia, se realizó una simple prueba con diferentes tarjetas con holograma y la PB. O'Dowd debía determinar entre seis voluntarios, tras efectuar los clásicos tests de equilibrio y fuerza, cuál de ellos tenía en su poder la pulserita mágica que él tanto promocionaba. El fracaso fue total y así comenzaron a sembrarse las dudas acerca de este producto.

Luego vinieron las demostraciones prácticas de Saunders explicando cómo funcionan los truquitos de los tests de PB y, de acuerdo a como ejerzas la presión (hacia el cuerpo o hacia fuera) sobre el brazo o los huecos de la mano, puedes obtener los mismos resultados "mágicos" de fuerza/no-fuerza y equilibrio/desequilibrio que ellos pregonaban.

Fue así como el caballito de batalla de PB se desequilibró, debilitó y perdió flexibilidad. El desprestigio comenzó a inundar a la empresa y, forzados por una denuncia de la Australian Competition and Consumer Commission (ACCC), los responsables debieron reconocer públicamente, entre otras cosas, su gran farsa: "En nuestra publicidad afirmamos que las pulseras Power Balance mejoraban la fuerza, el equilibrio y la flexibilidad. Admitimos que no hay evidencia científica creíble que apoye nuestras afirmaciones y, por lo tanto, hemos incurrido en conducta engañosa..."


Admitir la falta de evidencia científica de su producto fue la mejor opción. Un nuevo estudio volvió a jaquear a las pulseritas cuando investigadores de la University of Wisconsin (EE.UU.) descubrieron que no había diferencia significativa en el rendimiento de las pruebas de flexibilidad, equilibrio, fuerza y salto vertical, ya sea que los sujetos utilizaran los brazaletes Power Balance o una pulsera placebo [Porcari, J., Hazuga, R., Foster, C., Doberstein, S., Becker, J., Kline, D. & Dodge, C. (2011). Can the Power Balance® bracelet improve balance, flexibility, strength, and power? Journal of Sports Science and Medicine, 10, 230-231]. No conforme con esto el principal investigador, Dr. John Porcari, señaló: "Testeamos los brazaletes de forma exacta en que eran publicitados. Simplemente no funcionan como los publicitan. Para mí, esto es una estafa absoluta" [Power Balance or Power of Persuasion? ACE Certified News, Issue April 2011].


El descrédito de Power Balance se difundió rápidamente y continuaron las demandas y multas en otros países (España, México, Italia, Brasil, Chile, Estados Unidos, etc.). Muchas organizaciones de defensa del consumidor hicieron bien su trabajo y lograron indemnizaciones para las víctimas de esta gran estafa millonaria. En la volteada cayeron otros productos similares y tan fraudulentos como las pulseras Power Balance.