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"La fama actúa como una letal boa constrictor para artistas llenos de carencias", dijo Jorge Zonzini

Tragedia, marginalidad y precariedad emocional: el vector de muchos artistas


La lista de artistas, famosos y aventureros que llegan a la industria del mundo de la música para luego volcar sus deseos en horrendas pesadillas es innumerable.

El "Pity Alvarez, Rodrigo Bueno, Luca Prodan, Miguel Abuelo, Leo Mattioli, Walter Olmos, El Pepo y Chano Charpentier  solo por citar a algunos de los artistas del mundillo musical local deja a las claras que muchisimos artistas se encuentran a la deriva y que la prioridad siempre ha sido el llenado de las arcas de las diferentes industrias, de los sellos discográficos, de las plataformas y redes, de los locales de entretenimiento y estadios y, sobre todo, mantenerlos anestesiados a todos ellos hasta donde se pueda con en modo "Todo Vale" mientras dure.

El manager Jorge Zonzini se refirió al abrupto final que sufren algunos famosos producto de las altas exigencias de su trabajo, la presión de la industria y el alto costo de tener que alimentar bocas y familias de multitudinarios, ineficaces e innecesarios entornos.

zonzini

Zonzini analizó los incidentes de marginalidad, causas judiciales, accidentes evitables y adicciones protagonizados en los últimos tiempos por figuras de la música contemporáneos como L-Gante, Chano Charpentier y, muy apenado por el delicado estado de salud de El Noba, los asoció a los casos de famosas caídas aparentemente súbitas como las de de Rodrigo Bueno, Leo Mattioli, Pity Alvarez, Luca Prodan, Miguel Abuelo, entre otros como ejemplos de que "El show no, siempre  debe continuar".

Algunos de ellos pusieron a jugar sus  cuerpos, otros su salud mental y otros, lo que es más triste aún, sus vidas.

"No son casos aislados", sostiene Jorge Zonzini, "El vértigo, las luces y las masas fanáticas a menudo aturden y confunden al artista. Artistas llenos de carencias afectivas, falta de formación académica y que  arrancan desde las carencias y una única verdad: nadie nace preparado ni para el éxito ni para la tragedia y todos, dadas las circunstancias de la ansiada llegada a la cima  actúan de manera diferente"

Zonzini afirma que "en muchos casos en nuestro medio hay artistas que no llegan haciendo camino aconsejados para  tomar atajos".

También se refirió a la mítica frase muy angloamericana de que el show debe continuar de la cual sostuvo que no adhiere a ella. Por experiencia siempre he tomado como prioridad el factor humano y el cuidado de la imagen por sobre el lado estrictamente comercial y de negocios. Nunca hay que perder la perspectiva de que más allá de la expansión y del crecimiento artístico, el artista es una persona que siente, sufre y vive de emociones nutridas de cuestiones que le ocurren en mayor medida debajo del escenario. No es lo mismo si surgen al estrellato desde la carencia que si lo hacen desde la abundacia afectiva, emocional y familiar. El Pity Alvarez, por citar un ejemplo en sus letras ya gritaba se quema mi cama, mi pelo, mi piano y el perro y reforzaba con un...esta vez en en serio! Nadie lo escuchó. Solo importaba facturar".

Además afirma que las reglas de juego que imponen las compañías, son muy duras y que "su maquinaria de recaudación nunca analiza parar", pero que el límite tanto por la salud física como por la salud mental del artista y fundamentalmente el armado de los entornos lo tiene que saber imponer cada uno pero obviamente estando sobrio, cosa que rara vez ocurre"

Por último, el manager, expresó "El punto está en la capacidad de involucrarse o no y de saber decretar un orden de prioridades para protegerlos y quitar la impunidad a los amigos del campeón. Es muy común que los entornos vean las dificultades que el perfil artístico está padeciendo pero ante el temor a que se corte la fuente de ingresos económicos crean que es mejor mirar hacia otro lado".

Luego ejemplificó: "Los   mencionados son casos testigo de que nadie toma las decisiones a tiempo ya sea porque no saben cómo o por que no quieren. Rechazo de plano la teoría de que 'El Show, siempre, deba continuar' hasta que se extraiga la última gota de sangre del artista".

La fama, para la mayoría, actúa como una letal "Boa Constrictor": los observa, capta su atención, los seduce y no para de deglutirlos hasta que no queden ni sus huesos". Si no sabes para vos: te para la policía, la tragedia o, lo que es peor, la mismísima muerte".

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