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La confesión de uno de los detenidos por el crimen de Mariano Barbieri: “Se me paró de manos y le tuve que dar un puntazo”

La Policía afirma que un cartonero de 29 años le habría reconocido a un grupo de amigos haber cometido el asesinato.

En el marco de la investigación que busca saber quién o quiénes participaron en el crimen de Mariano Barbieri, el ingeniero civil que fue asesinado de una puñalada el pasado miércoles por la noche en el barrio porteño de Palermo, uno de los detenidos lanzó una contundente frase en relación al hecho.

Se trata de un cartonero que, según indicaron los investigadores, la noche del crimen le confesó a un grupo de amigos del Barrio 31: “Uno se me paró de manos y le tuve que dar un puntazo”.

El hombre de 29 años posee antecedentes penales y su vestimenta se asemeja a la del agresor, presuntamente identificado en un video captado por una cámara de seguridad. Entre su ropa, una bufanda parece tener manchas de sangre y será analizada.

La Policía de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que ambas personas fueron detenidas durante el lunes. El primero fue aprehendido en horas del mediodía por la División Homicidios y el segundo fue puesto a disposición de la Justicia durante la tarde por la División Antidrogas Norte.

El primero de los sospechosos, que tenía una gorra y una bufanda similares a las que se ven en las filmaciones, fue visto antes de ingresar a la Plaza Sicilia por el Jardín Japonés. El horario coincide con el mismo que hizo Barbieri la noche de ese miércoles 30 de agosto.

 

Cómo fue el crimen del ingeniero en Palermo

El crimen ocurrió la noche del miércoles cuando caminaba por el interior de la Plaza Sicilia en Palermo. Después de ser atacado por un delincuente que lo apuñaló para robarle el teléfono, recorrió 300 metros y se derrumbó en el piso de un comercio donde pidió ayuda.

Según el relato de los testigos, “no me quiero morir” fue una de las últimas frases que llegó a esbozar antes de caer tendido en el suelo de una reconocida heladería ubicada en la esquina de Avenida del Libertador y Lafinur.

Las cámaras de seguridad del local filmaron el momento exacto en el que ingresó con una herida en el pecho y les pidió ayuda desesperada a los clientes que estaban en el lugar. Pocos segundos después se desplomó. Si bien fue llevado a un hospital, murió a los pocos minutos.

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