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La ciudad prepara su defensa ante una ofensiva judicial de nación por los subtes

La amenaza de la Casa Rosada de llevar a la Justicia el conflicto por el traspaso del servicio de subterráneos obligó al Gobierno porteño a repensar su estrategia en la negociación en un renovado escenario de confrontación entre ambas administraciones.

"Si van a la Justicia presentaremos una medida cautelar para decir que en las condiciones que quieren imponernos no nos podemos hacer cargo y sería malo para los usuarios", aseguró una fuente importante del Gobierno que conduce Mauricio Macri en diálogo con Noticias Argentinas.

Las negociaciones se congelaron cuando la Nación propuso pasarles el servicio a partir del 1 de diciembre último y el Gobierno porteño objetó la fecha y presentó, como contraoferta, la necesidad de acordar un esquema de inversiones compartidas y una ampliación del plazo de continuidad del servicio subsidiado.

A ello le siguió la amenaza de la Nación de recurrir a la Justicia y un reto público de la Presidenta, que chicaneó: "No les estamos pidiendo que negocien con el Club de París, sino que se hagan cargo del subte".

"La traba está en las inversiones compartidas y en la posibilidad de que nos permitan endeudarnos, el tema de los subsidios no es un problema y se puede arreglar fácil", señaló la misma fuente.

Estas diferencias cortaron una etapa de diálogo entre ambos gobiernos, que comenzó el 31 de julio, luego de que Macri resultara reelecto en segunda vuelta y recibiera las felicitaciones de la Presidenta Cristina Kirchner.

Macri devolvió el gesto cuando la jefa de Estado fue reelecta en los comicios de octubre, cuando ya quedaba confirmado que los dos mandatarios deberían convivir en el mapa político por cuatro años más.

Las señales de una mejor relación continuaron cuando el PRO logró acordar con el kirchnerismo en la Legislatura porteña el reparto de cargos para el Consejo de la Magistratura y la Auditoría General de la Ciudad.

Poco después, en el Consejo de la Magistratura el macrismo y el kirchnerismo acercaron posiciones para cubrir cuatro vacantes en
juzgados de primera instancia del fuero federal porteño.

Mientras parte del arco opositor denunció un "acuerdo" entre ambos sectores, el jefe del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, lo negó, aunque admitió que ellos hicieron una propuesta y el kirchnerismo "la aceptó".

Pero el subte tensó la relación y a la par, el kirchnerismo y el PRO comenzaron a medir fuerzas en otra arena: la presidencia del Club Atlético Boca Juniors que se disputaba este domingo.

Mientras el kirchnerismo respaldó a Jorge Ameal para conseguir la reelección al frente del club -con figuras centrales de ese espacio posando para la foto con el presidente xeneize-, Macri impulsó la candidatura de Daniel "Tano" Angelici, referente de los radicales PRO.

Para no quedarse atrás, el jefe de Gobierno colocó  algunos de sus alfiles políticos en la nómina de Angelici, como el vicepresidnete primero de la Legislatura, Oscar Moscariello, como candidato a vice.  

Al final de la luna de miel se agregó, el último viernes, el anuncio del Gobierno nacional de que le retirará los subsidios a los edificios públicos porteños, en el marco del plan de ajuste que ensaya la Casa Rosada.

No obstante, el ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, volvió a exhibir el optimismo del PRO con respecto al futuro de la zigzagueante relación, al calificarla como "un matrimonio con idas y vueltas".

"Si pensamos en el bien de los vecinos las coincidencias no van a tardar en llegar", agregó Grindetti, en declaraciones radiales, al tiempo que le restó importancia a la quita de los subsidios.

Todo esto a pocos días de que tanto Cristina Kirchner como Macri asuman sus nuevos mandatos.