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La CIA reveló que en el Área 51 no hay extraterrestres

La base más secreta de Estados Unidos servía para probar aviones y no para alojar ovnis.

La mítica Área 51, en el desierto de Nevada, Estados Unidos, era el lugar donde el ejército estadounidense ocultaba las pruebas de la existencia de los ovnis y la vida extraterrestre, según los adeptos a las teorías conspirativas.

En efecto, la base militar más secreta de ese país albergaba grandes misterios. Pero no eran extraterrestres, eran aviones espía U-2, según revelaron documentos de la CIA desclasificados el jueves pasado.

En una nota del programa del famoso avión-espía, la CIA afirma que el Área 51, de unos 51 km de largo, fue seleccionada en 1955 para servir de terreno de pruebas de este aparato. Por eso los aficionados a los ovnis celebran que la CIA haya hecho finalmente este reconocimiento, aunque en los documentos no se mencionan accidentes de ovnis o simulacros de alunizaje.

Los papeles de la CIA no sólo mencionan al Área 51 describen actividades aeronáuticas que se desarrollaron allí, sino que ubican con precisión la base de la Fuerza Aérea en un mapa, a lo largo del lago Groom, que está seco.

El Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington hizo una solicitud de información de documentos públicos para obtener la historia de la CIA sobre uno de los proyectos más secretos del Área 51 durante la Guerra Fría, el programa del avión espía U-2.

Es poco probable que el informe ponga fin a las teorías conspirativas. El documento de 407 páginas tiene muchas partes censuradas, por lo que ¿quién puede decir que esos párrafos no sean precisamente los que hablen de hombrecitos verdes?

Desde el inicio de los vuelos de práctica y de entrenamiento, "la elevada altura alcanzada por los U-2 produjo rápidamente un efecto secundario inesperado: el fenomenal aumento de los avistamientos de objetos voladores no identificados", relatan los autores de la nota de la CIA. Es que en aquella época, los aviones comerciales volaban a una altura de entre 3000 y 6000 metros, mientras que los U-2 alcanzaban 20.000 metros, explican.

"Avistamientos como ésos eran muy frecuentes de parte de pilotos comerciales que volaban de Este a Oeste", cuando el sol estaba casi a nivel del horizonte y el avión permanecía "en la sombra".

Si un U-2 volaba en las cercanías a elevada altura, el sol se reflejaba, haciendo que desde un avión comercial situado más abajo se tuviera la impresión de estar ante un objeto en llamas, agregarn.

Cabe destacar que el carácter ultrasecreto del programa U-2 impedía a los funcionarios de la fuerza aérea encargados de investigar los avistamientos de ovnis decir la verdad y "responder a quienes les escribían la verdadera razón" de estos fenómenos. Sin embargo, la versión de los investigadores de este tipo de fenómenos es que la base se guardan vehículos extraterrestres, pruebas del "incidente de Roswell'' -el supuesto accidente de un ovni, en Nuevo México, en 1947- y cuerpos de habitantes de otros planetas.