DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Kirchner hizo de la confrontación un arte

* Por Fernando Viglierchio. No es por amor que nunca voy a abandonarte. La muerte, sino qué, es la que enaltece a la mayoría de los mortales, a tal punto de volver justos a los tiranos, mejores a lo peores, santos a los pecadores.

El paso a la inmortalidad de Néstor Kirchner constituye un hecho histórico para la vida política nacional, trascendente a punto tal que habrá un antes y un después, ya nada será igual.

El viejo Perón nos enseñó que la soberanía política, la independencia económica y la justicia social no eran materias negociables, gracias general, aprendimos la lección.

El pingüino, su mejor alumno, supo hacer de ellas su forma de vida y también de muerte, su desigual lucha por defender sus ideales lo llevó tempranamente al final, que será el principio, de un camino que no debemos abandonar.

Se disputan espacios de poder en todas partes, no se regala nada, industriales, empresarios, sindicalistas, políticos, diplomáticos, militares, medios de comunicación, las universidades, los laboratorios, las obras sociales, los mercados, el establishment, cada lugar, es a sangre y fuego compañero.

Mariano Ferreyra es sólo la última víctima de una sucesión de inocentes que sin saberlo ofrendaron su vida a las balas del poder.

Néstor lo sabía, por eso le preocupaba, y la muerte del militante del PO le estallaba en los oídos, era un mensaje, que su enorme capacidad de lectura política sabía descifrar a la perfección.

Hugo Moyano lo invitó gentilmente al estadio de River, para darle muestras de su capacidad de convocatoria, en realidad le estaba diciendo entre líneas "los muchachos son todos buenos, cuando se los controla son mejores", cómo decía el líder justicialista, "y a estos morochos, los manejo yo".

Precisamente el camionero fue uno de los últimos que jugó partidas de ajedrez con Kirchner,

cuando a las siete de la tarde, el día anterior a su muerte, lo llamó para pedirle la escupidera, por que los ministros le habían vaciado el PJ bonaerense.

Hasta las diez de la noche se ocupó Néstor de aflojarle la soga al gremialista, que a esta altura, ya había desistido de insistir con compartir las ganancias de los industriales, a cambio de que la investigación del crimen de Ferreyra no tocara nunca su puerta, ni que el negociado con medicamentos en obras sociales, que llevó a Zanola a la cárcel, lo rozara.

Con el cadáver todavía caliente del ex presidente y luego de la frialdad que le dispensara nuestra presidenta en sus exequias, el líder gremial cumplió su promesa y firmó con De Mendiguren una paz transitoria, frágil y duradera como sus fidelidades.

Kirchner era un estadista, pensaba cinco jugadas para adelante, tenía todo el tablero en la cabeza y elegía el momento más propicio para enfrentar al enemigo, de a uno, a su debido tiempo, ni un instante antes, ni un segundo después.

Se juega así, fuerte, de forma desleal, sin odios ni rencores, es la encarnizada lucha por el poder, es cuerpo a cuerpo, a sangre y fuego, bala a bala, tiro a tiro.

El bombo, la marcha y la gorrita no son más que el uniforme que obligadamente se deberán poner, si quieren estar dentro del campo de batalla.

El visceral Néstor Kirchner hizo de la confrontación un arte, se le atrevió a boxearles a quienes osaron ponerse por delante, de acá, de allá y del más allá, aun me lo imagino disputándole a San Pedro algún espacio, aunque sea para saber quién la tiene más larga, la sotana digo...

El no al Alca en Mar del Plata, ante un incrédulo Bush, que preguntaba a la CIA quién era este desequilibrado y si le habían explicado quién era él (soberanía política).

Parar a los altos mandos militares en fila y decirles en su cara que no les temía, enjuiciarlos, despojarlos de los chicos apropiados y devolvérselos a sus progenitores. Hacerle descolgar a Bendini el cuadro de Videla (soberanía política).

Pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional y pedirles que dejen de darnos consejos suicidas, que nos llevaron a la bancarrota, e incluso negarles el derecho de revisar nuestra economía (independencia económica).

Volver los fondos de retiro de las AFJP al Estado, los ahorros de nuestros jubilados estaban en la timba financiera europea, al borde del crack económico, hoy forman parte de los recursos con los que se les aumentó trece veces a los jubilados, aunque aun ganan poco (independencia económica).

La institucionalización de la asignación universal por hijo, derecho del que todos hablaban y nadie ni siquiera se atrevió a pensar, millones de chicos incluidos y un notable incremento de la matrícula de las escuelas públicas (justicia social).

Ochocientos mil jubilados que ingresaron al sistema sin haber realizado aportes previos, que hoy reciben una jubilación ¿mínima? equivalente a doscientos cincuenta dólares, seguro es poco, pero no se da en muchos países, de los denominados progresistas (justicia social).

La ley de medios audiovisuales, que más allá de sus segundas intenciones de desarmar a Clarín y La Nación, pretende democratizar el espacio para abrir opiniones y pensamientos (soberanía política).

Democratizar el fútbol para todos, propiedad exclusiva de un canal del mismo grupo periodístico, fue una medida también acertada, teniendo en cuenta con la pasión que se vive ese deporte en la Argentina (justicia social).

Miles de netbooks entregadas a alumnos secundarios para intentar acortar la brecha digital (justicia social).

En fin, muy lejos está la presente nota de pretender erigirme en un biógrafo de Kirchner, la historia y quienes la escriben se ocuparán de ello, simplemente es un breve repaso por algunos de sus logros, para reafirmar que fue único, imprescindible e irreemplazable cómo dijo Hebe, un animal político que nos devolvió su bien más preciado, la política.

Los miles de jóvenes que llegaron a despedir a su extinto líder, nos dan el reaseguro de tener una futura clase dirigente, forjada a su imagen y semejanza, para construir el proyecto nacional y popular que Argentina se merece, con el que soñaron Perón, Eva y Néstor.

¡Ni un paso atrás!