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Insólito: se hizo pasar por la Reina para averiguar sobre Kate Middleton

Una conductora de un programa radial llamó al Hospital de Londres y encarnó nada menos que a la reina Isabel II de Inglaterra. Confiada, una de las enfermeras le dio noticias de la princesa.

Una atrevida conductora se hizo pasara nada menos que por la reina Isabel II de Inglaterra para saber cómo se encontraba la princesa Kate Middleton, internada desde el lunes por una afección relacionada con su embarazo.

Mel Greig de la radio australiana 2Day FM, encarnó a la mandataria real en tanto su colega Michael Christian fingió ser el príncipe Carlos. Los dos locutores consiguieron comunicarse con una de las enfermeras que atienden a la la princesa y ésta, confiada, les dio noticias de la paciente.

Según el audio que el programa subió a Internet, la conversación fue la siguiente:

"¿Podría, por favor, hablar con Kate, mi nieta?", preguntó a la recepcionista la locutora, imitando la voz de la reina Isabel. Mientras esperaban, el otro locutor comentó: "¿Nos pasan? Si funciona será el engaño más fácil que hayamos montado jamás".

Una enfermera atendió y le informó a la supuesta reina que la princesa había "pasado una noche tranquila".

"La hemos rehidratado porque estaba muy deshidratada cuando llegó, pero a esta hora está estable", añadió la crédula enfermera, a lo que la locutora con voz de vieja disparó: "Bueno, entonces voy a dar de comer a mis corgis (los perros de la reina)", mientras sus compañeros imitaban ladridos de perros.

Luego del episodio, la emisora pidió disculpas a través de su cuenta Twitter, aseguraron que era una broma "hecha con las mejores intenciones" y enviaron sus mejores deseos a la duquesa de Cambridge.

Por su parte, desde el Hospital King Edward VII de Londres reconocieron su error, señalando que "se había producido una corta conversación con un miembro del personal de enfermería" y confirmaron estar "revisando (sus) protocolos telefónicos".

Además, sostuvieron que la confidencialidad de sus pacientes es una de sus máximas prioridades y calificaron el hecho como "una broma despreciable".