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Industrias sin gas ni producción

*Por Juan Pedro Tunessi. El panorama del suministro de gas a las industrias ha empeorado notablemente debido a la falta de inversión. Hace tiempo se vienen produciendo cortes a más de 300 industrias que utilizan dicha materia prima para su producción.

El Gobierno argumenta que los cortes o restricciones se deben al aumento de la productividad y a las bajas temperaturas.

Como la producción local de gas no alcanza a abastecer el consumo el Estado debe importar.
Llama la atención que, pese a no contar con la cantidad de gas necesario para abastecer el consumo interno, nuestro país continúa exportando gas a Chile y Uruguay . Para este año, las importaciones alcanzan los 2.600 millones de dólares que llegarían a 4 mil millones. Esta cifra se triplicará en el corto plazo, datos que surgen de los nuevos contratos anunciados por el Gobierno.

Aun teniendo en cuenta el excesivo gasto , el Gobierno no logra paliar las necesidades del sector industrial que depende, principalmente, de dicha materia prima para producir.

El caso de Polo Petroquímico de Bahía Blanca es uno de los más significativos , ya que la totalidad de las empresas instaladas, por ser industrias "petroquímicas", basan su producción en dicho hidrocarburo. Cualquier limitación en el suministro conlleva indefectiblemente la merma productiva. El gas que consume el polo es del orden de los 12.000.000 de m3 por día, como combustible y materia prima.

Las industrias han firmado contratos de suministro ininterrumpido, reiteradamente incumplidos, lo que genera inseguridad jurídica que afecta las inversiones futuras.

Tomando un valor internacional promedio de los derivados de la industria petroquímica bahiense obtendríamos un valor económico -que no se produjo por falta de gas- de unos 5.000.000 de dólares diarios, que incluyen la falta total de producción de plásticos, fertilizantes, gas licuado y gasolinas livianas.

Los problemas por los que atraviesa la industria nacional se deben a la falta de previsibilidad y de políticas públicas que tiendan a afrontar el problema de fondo.