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Horas políticas decisivas

Por María Herminia Grande* Sólo un hecho trágico como la caída del avión de la compañía Sol en Río Negro logró desviar, justificadamente, la atención que los medios periodísticos ponen por estos días en el hacer político.

Este año electoral tiene sus particularidades. En el orden nacional, como hemos dicho en otras oportunidades, el oficialismo aún no cuenta con el sí de la presidente, aunque éste se descuente. En el caso de las oposiciones comienzan a delinearse sus perfiles. Mucho más por descarte, que por elección. En las oposiciones convergen acuerdos de necesidad y urgencia.

Lejos quedó aquello de "juntarnos por acuerdos programáticos". Algunos ejemplos para mencionar sobre la incapacidad de quienes creían estar a la altura de la responsabilidad que representa ser presidente, y no fue así: Macri y Solanas. Ambos blandieron su estatura nacional cual mosqueteros con aspiraciones a ser rey y se desnudaron en sus jugadas finales. No eran mosqueteros porque no tenían convicción, ni llegaron a ser reyes porque no tienen el poder para serlo. A ambos no les importó "quemar" candidatos. En el caso de Pino, a Claudio Lozano.

En el caso de Macri, a Horacio Rodríguez Larreta y Gabriela Michetti. La impericia política demostrada por Macri y Pino llevó a la desvalorización de sus candidatos. Macri y Pino se excusaron de asumir una responsabilidad nacional dado que debían "cuidar" uno y "ganar" el otro la Capital Federal. De esta manera quedó claro que ambos descreían de las potencialidades de sus candidatos. Y mucho más cuando ninguno de los dos integró a los ex candidatos a la jefatura porteña a sus respectivas fórmulas. Siguiendo con el arco de las oposiciones, Ricardo Alfonsín necesita los votos de De Narváez pero no quiere que se sepa.

Hoy, Duhalde, Carrió, Rodríguez Saá pertenecen a la categoría de candidatos presidenciales testimoniales.

Mientras tanto, la presidente quiere desembarazarse de Hugo Moyano y para ello todos los días produce un gesto político para que el titular de la CGT se anoticie. Moyano junta bronca y sonríe... Por lo bajo murmura "¿No se dio cuenta aún que todo esto lo hicimos con Néstor?". Moyano sabe que desde el poder a veces las cosas se arreglan, fuera de él es imposible. La jugada de la presidente en este terreno es peligrosa dado que no hay nada peor que un felino encerrado. La experiencia indica que cuando se llega a esta situación, lo mejor es siempre dejar una puertita sin trabas.

Los ojos del mundo político y en especial de la presidente estarán puestos este domingo en Santa Fe. Cristina de Kirchner mostró prescindencia en su persona aunque algunos de sus delfines, especialmente el ministro de Economía, Boudou, jugaron a favor de Rafael Bielsa. El diputado Agustín Rossi ha militado con la misma vehemencia para el proyecto kirchnerista como lo hizo en los momentos más duros de rechazo a la resolución 125, en este hoy donde, la bonanza económica y algunos gestos políticos hacen que la presidente tenga en Santa Fe el 58% de aceptación. Rossi tiene el mérito de no haber dejado un solo día de militar, explicando lo inexplicable y lo que se puede explicar. El intendente rafaelino Omar Perotti especuló con todo: quiso ser bendecido por la presidente para luego negarla. Buscó el armado político de Obeid y al no alcanzarle mendigó una foto con Reutemann. El senador provincial Juan C. Mercier quedó atrapado mucho más en la denuncia que en su proyecto. Del lado del Frente Progresista Cívico y Social, la militancia por momentos desmesurada del gobernador Hermes Binner para con su candidato, Bonfatti, parece haber logrado su cometido. El senador Rubén Giustiniani recorrió el camino inverso: de tener un alto grado de conocimiento y aceptación se vio alcanzado por el delfín del gobierno provincial. El radical Barletta, junto al diputado Carlos Comi podrán darse por satisfechos de lo logrado aunque no lleguen a la meta. El "Changui" Cáceres quiso mostrar un radicalismo testimonial. Miguel Del Sel, logró posicionarse de una manera muy interesante en cuanto a la aceptación pero no advierte que está en la política y lo que es peor, desdeña estarlo. De esta manera es muy difícil aspirar a gobernar una provincia.
Cabe destacar no sólo el alto grado de participación en cuanto al número de las fórmulas que compiten mañana, sino además los proyectos que expresaron y la fundamentación que de los mismos realizaron. Dos actores fundamentales a tener en cuenta en esta elección: el debut de la boleta única y el alto porcentaje de indecisos.

Resulta muy interesante señalar también lo ocurrido en el socialismo que, teniendo la posibilidad real y concreta de haber ganado nuevamente la provincia, desechó un acuerdo y se presenta con cuatro opciones en una interna.

Santa Fe conserva una alta calidad institucional dado que no ha reformado su Constitución permitiendo la reelección. Es cierto que Binner quiso y el ministro Bonfatti acompañará esta postura, de continuar en el gobierno. Pero la disidencia en este terreno con el peronismo impidió lograr este cometido.

Recordemos que "el hambre reformista" come las bases de solidez constitucional