Historia Oscura: A un siglo de los crímenes del Petiso Orejudo
Su nombre pasó a la inmortalidad por haberse convertido en el primer asesino serial de la historia de Argentina.
Cayetano Santos Godino nació en Buenos Aires el 31 de octubre de 1896 y en su juventud se convirtió en el primer asesino serial de la historia criolla, al ser responsable de la muerte de cuatro niños, más siete intentos de asesinatos y el incendio de siete edificios.
En el año 1912 aparecieron los cuerpos sin vida de tres menores, uno de ellos no pasaba los 4 abriles y con este acto la ciudad porteña se vio inundada de pánico. Con apenas 16 años nacía una oscura leyenda, la del Petiso Orejudo.
Cuenta el registro policial que un día de 1906 un hombre entró a los gritos a la comisaría décima, en la calle Urquiza 550, para pedir ayuda para controlar a su hijo: Cayetano Santos Godino, de 9 años.
"–¡Señor comisario, yo no puedo con él! Es imposible dominarlo. Rompe a pedradas los vidrios de los vecinos, les pega a los chicos del barrio... Y si lo encierro en casa es peor. Se pone como loco. El otro día encontré una caja de zapatos. Había matado a los canarios del patio, les había arrancado los ojos y las plumas y me los dejó en la caja, al lado de mi cama...", dijo Fiore Godino, su papá.
"Fiore Godino y Lucia Ruffo, dos campesinos sardos, habían llegado en 1884 a Buenos Aires. Eran analfabetos y huían de la pobreza, pero también de una tragedia personal: el hijo primogénito, también Cayetano, había muerto de una afección cardíaca a los diez meses de edad. Después, los Godino tuvieron una hija, Josefa, con la que emprendieron la travesía, y en Buenos Aires les nacieron nueve hijos más. Al último, que vio la luz en 1896 en el conventillo de Deán Funes 1158, lo bautizaron Cayetano, como al muertito", extracto de La Nación.
El psicópata fue preso y murió el 15 de noviembre de 1944, en Ushuaia.
¿Querés saber más? Mirá el video de la nota.
En el año 1912 aparecieron los cuerpos sin vida de tres menores, uno de ellos no pasaba los 4 abriles y con este acto la ciudad porteña se vio inundada de pánico. Con apenas 16 años nacía una oscura leyenda, la del Petiso Orejudo.
Cuenta el registro policial que un día de 1906 un hombre entró a los gritos a la comisaría décima, en la calle Urquiza 550, para pedir ayuda para controlar a su hijo: Cayetano Santos Godino, de 9 años.
"–¡Señor comisario, yo no puedo con él! Es imposible dominarlo. Rompe a pedradas los vidrios de los vecinos, les pega a los chicos del barrio... Y si lo encierro en casa es peor. Se pone como loco. El otro día encontré una caja de zapatos. Había matado a los canarios del patio, les había arrancado los ojos y las plumas y me los dejó en la caja, al lado de mi cama...", dijo Fiore Godino, su papá.
"Fiore Godino y Lucia Ruffo, dos campesinos sardos, habían llegado en 1884 a Buenos Aires. Eran analfabetos y huían de la pobreza, pero también de una tragedia personal: el hijo primogénito, también Cayetano, había muerto de una afección cardíaca a los diez meses de edad. Después, los Godino tuvieron una hija, Josefa, con la que emprendieron la travesía, y en Buenos Aires les nacieron nueve hijos más. Al último, que vio la luz en 1896 en el conventillo de Deán Funes 1158, lo bautizaron Cayetano, como al muertito", extracto de La Nación.
El psicópata fue preso y murió el 15 de noviembre de 1944, en Ushuaia.
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