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Hacían empanadas con carne humana y las comían

El hecho conmociona a todo Brasil. La policía de ese país detuvo a un hombre y dos mujeres, quienes confesaron varios crímenes. Los detenidos pertenecen a una secta de Pernambuco.

La detención de un hombre, su esposa y una amante develó una serie de crímenes horrorosos en el Estado de Pernambuco, Brasil.

Este trío mataba, descuartizaba y luego con la carne humana hacían empanadas. Ellos mismos se la comían. Hacían estas atrocidades porque recibían "órdenes" del más allá ya que sus víctimas eran malvadas y debían pagar por ellos.

El miércoles pasado fueron detenidos en Garanhuns, municipio situado a 234 kilómetros de Recife, la capital de Pernambuco, pero la forma de proceder se dio a conocer ayer luego de que la policía lograra que confesaran con confesaran con detalles escalofriantes.

Los tres detenidos (acusados de haber asesinado a por lo menos tres mujeres en Pernambuco) confesaron que consumieron parte de la carne de sus víctimas y que también la usaron para fabricar empanadas que vendieron a sus vecinos. Son algunos detalles que reveló la Policía.

Además, los tres dijeron pertenecer a una secta que recibía órdenes de una "voz" para eliminar mujeres a las que consideraban malas.

La Policía encontró los restos de dos mujeres en el patio de la casa en la que vivían los acusados, que fue incendiada el jueves por vecinos enfurecidos.

Las mujeres desaparecieron luego de que el trío supuestamente les ofreciera trabajo como niñeras con un salario muy superior al promedio en esa empobrecida región de Brasil.

Las investigaciones sobre los detenidos comenzaron el mes pasado luego de que Jorge Beltrao Negromonte da Silveira, de 51 años, registrara ante una notaría como suyo un libro escrito en 2009, al que tituló "Revelaciones de un esquizofrénico", en el que cuenta detalles de las actividades de la supuesta secta.

Además de Negromonte da Silveira, la Policía detuvo a su esposa, la comerciante Isabel Cristina Oliveira da Silva, de 51 años, y a una joven de 25 años identificada como Bruna Cristina Oliveira da Silva, que vivía con la pareja y era la amante del hombre.