Hace 9 meses, Nazareno, el chico asesinado para robarle la bicicleta, ya imploraba por seguridad tras el brutal ataque a sus abuelos

Nazareno Isern tenía 21 años. Este lunes, su nombre volvió a aparecer en los medios, pero esta vez de la peor manera: fue asesinado de un balazo en la cabeza por dos ladrones que intentaron robarle su bicicleta mientras caminaba junto a una amiga por la colectora de la autopista Riccheri, a la altura del kilómetro 8.

Horas después del crimen, se conoció una entrevista que el propio Nazareno había dado nueve meses atrás, tras una entradera brutal en la casa de sus abuelos en Villa Madero. En aquel momento, el joven denunciaba la inseguridad en la zona y relataba, con crudeza, el ataque que sufrió su familia.

“Mi abuelo está postrado en la cama. Entraron por los techos, mi abuela a la mañana abre la puerta para regar y se meten. Estaban esperando en el jardín”, contaba Nazareno frente a cámaras. La escena que encontró al llegar lo marcó para siempre: la casa totalmente revuelta y sus abuelos torturados durante dos horas por delincuentes que buscaban dinero y objetos de valor.

“A mi abuela le dijeron que si no les daba el anillo de oro la iban a matar, que la iban a electrocutar”, había relatado en el reportaje con A24. “La imagen fue llegar y ver a mi abuelo tirado en la cama, lleno de sangre. Fue un espanto, un horror”, agregó entonces, reclamando respuestas y mayor protección.

El ataque que terminó con su vida ocurrió mientras Nazareno y su amiga —ambos de 21 años— regresaban de un paseo por los bosques cercanos. Dos asaltantes armados se cruzaron en su camino y les exigieron la bicicleta. La víctima intentó resistirse y uno de los delincuentes le disparó a la cabeza antes de huir.

Policía Científica confirmó que el disparo ingresó en la región del cráneo. Su amiga declaró que los agresores parecían jóvenes, de una edad similar a la de ellos o incluso menores de 30 años.

La investigación quedó a cargo del fiscal Fernando Semisa, quien trabaja para identificar a los autores del homicidio. La causa fue caratulada como homicidio en ocasión de robo.

El destino quiso que el joven que suplicaba justicia y seguridad por sus abuelos, se convirtiera en víctima del mismo flagelo meses después. La entrevista resurgió como una advertencia dolorosa: Nazareno había puesto en palabras el miedo que lo rodeaba mucho antes de que la inseguridad lo alcanzara a él.