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Furia y escándalo judicial de una de las Trillizas de Oro

María Eugenia comenzó un reclamo por la falta de su servicio de internet, pero terminó siendo intimada como deudora.

Desde las redes sociales, María Eugenia Fernández Rousse, una de las Trillizas de Oro, dio una conocer una disputa que mantiene con la empresa que le brindaba el servicio de internet y que, tras varias idas y vueltas terminó en un reclamo con abogados de por medio.

"Yo no se si los de @MovistarArg son graciosos o unos caraduras. Hace un 1 año no funciona Speedy. Igual seguí pagando hasta que me cansé de reclamar y dejé de pagar por un servicio que no funciona. Ahora amenazan mandarme al Veraz. Prefiero gastar en abogados antes de pagarles", lanzó en las redes la conductora de Mañanas Nuestras, el magazine que hace junto a sus hermanas en KZO.

María Eugenia adjunto un fuerte escrito para contar la situación que le toca atravesar. "¿Puede ser que desde Teléfonica-Movistar estén cobrándome por un servicio prestan durante más de 8 meses? La respuesta es sí. Desde septiembre del año pasado que dejó de funcionar el servicio de Speedy de la línea fija de mi casa que provee Telefónica (ahora Movistar). He realizado muchos reclamos (la mayoría registrados por la empresa) y siempre con promesas, reconociendo que el servicio no funcionaba, y que lo iba a reparar. Nunca vino nadie, sin embargo seguí pagando la cuenta todos los meses con la esperanza de que cuando la repararan me acreditarían algo de lo pagado por un servicio que no tenía", explicó.

"Luego con el tiempo dejó de funcionar la línea, entonces me harté y no pagué más porque cuando llamé para dar de baja la línea me dijeron que antes tenía que pagar la deuda. ¡Increíble!", expresa con furia y asombro ante el giro que tuvo su reclamo, y por el que ahora la intiman con ponerla en el Veraz. "Lo más increíble es que ahora aparecen a través de un estudio de abogados intimándome a pagar la cuenta, repito por un servicio que no daban, dentro de las 48 horas de recibida la notificación".

Indignada, María Eugenia decidió hacerse escuchar y continuar la batalla legal para defender sus derechos como usuaria de un servicio que, según su versión, hace mucho tiempo dejó de recibir.