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"Fue la boda soñada, con el hombre soñado"

* Por Carlos Cervetto. El casamiento de Roxana Zarecki con Sebastián Bagó, en el santisimo

Estaba todo listo y preparado para vivir el gran día, que de antemano se sabía iba a ser intenso e interminable. Después de cuatro años de noviazgo, Roxana Zarecki y Sebastián Bagó decidieron que ya no había nada más que demostrarse. Y que la única salida del camino que emprendieron juntos era el casamiento, una ceremonia que involucraba una fuerte connotación social. Tanto por ella, modelo de reconocida trayectoria, abogada y periodista; y sobre todo por él, hijo y sobrino de los dos presidentes de Organización Bagó, Sebastián y Juan Carlos Bagó. Con presencia empresarial en América, Europa, Asia, Africa y Oceanía, la compañía surgió a partir de los Laboratorios Bagó y se polarizó a otros rubros como el químico y los seguros. Un nombre de fuerte peso en la industria farmaceútica argentina, capaz de convocar en la boda de uno de sus herederos al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo (80), y a otros popes del empresariado nacional como Gerardo Werthein (55).

El primer capítulo de la unión se vivió el miércoles 16, en el Registro Civil de la calle Uruguay. Una ceremonia bastante íntima que siguió en la casa de los padres del novio, con una sorpresa para los invitados: tanta es la pasión que Sebastián y Roxana sienten por los animales, que una tigresita cachorra fue la gran protagonista del ágape. Todos los allí presentes sabían que ambos pasan muchas horas de sus días con leones y tigres, en el zoológico de Luján, pero nadie se imaginó la presencia en vivo de semejante mascota. El jueves, Sebastián salió a festejar con sus amigos y la ex modelo reunió a sus principales amigas en el restaurante Gardiner, donde la acompañaron, entre otras, sus colegas de pasarela Marina Marré, Guillermina Entrático y, llegada especialmente desde México, Moira Gough.

Tal como esperaban los novios y asentían los pronósticos meteorológicos, el sábado 19 fue una jornada de sol imponente. Ideal para realizar la ceremonia religiosa en el inusual horario de las 16.00, que sorprendió incluso, cuando se realizó el pedido, a las autoridades del Santísimo Sacramento.

Roxana llegó junto con su padre, Hipólito Zarecki, treinta minutos después de la hora prevista Y apenas descendió de un lujoso Mercedes Benz negro, su delgada y estilizada figura fue el centro de todas las miradas Preferida durante sus épocas de mannequin por los diseñadores para lucir trajes de novia, esta vez le tocó ponerse uno para su propia boda Y entre tantas tijeras que deseaban ser elegidas, ella se decidió por uno de sus creadores preferidos, Gabriel Lage Con una anécdota que recuerda Lage y pinta de cuerpo entero a la Roxana persona: "Cuando presenté mi primera colección en Buenos Aires, en 1995, Zarecki fue una de las modelos que lo cerró pasando un traje de novia Le fascinó tanto que al terminar me dijo ‘cuando me case, me lo vas a hacer vos’ Y quince años después recibo el llamado de ella para que se lo haga Yo no lo podía creer", confesó el diseñador marplatense.

La creación, que según algunos costó diez mil dólares, fue un vestido talle imperio de raso de seda natural, ribeteado al bies en el escote delantero y espalda, con superposición de encaje Chantilly sobre toda la falda y volados de organza pliseé, todo iluminado con cristales bordados Desde el escote delantero surgían dos colas a manera de foulard, que en la espalda se transformaban en una larguísima y ancha cola de tul Lo acompañó con una diadema de oro blanco y pequeños brillantes, diseñada por la propia novia