Extensión del ciclo escolar
La decisión política de ampliar el ciclo escolar a 190 días, es un acierto para mejorar la calidad educativa.
El Ministerio de Educación de la Nación y las 24 jurisdicciones que integran el sistema educativo descentralizado argentino, anunciaron ayer oficialmente la ampliación del ciclo lectivo anual, desde los 180 días actuales a 190, a partir del año próximo, con el propósito de mejorar la calidad de la enseñanza en todos los niveles de la jurisdicción.
La medida tiende a ubicar a la Argentina a la altura de las naciones que han optimizado la escuela gracias a las mayores jornadas educativas, y con la meta de llegar paulatinamente a los 200 días de clase en 2016, para lo cual las autoridades han solicitado un mayor esfuerzo a quienes tienen la noble tarea de educar. Para el ministro del área, Alberto Sileoni, la medida es una señal a la sociedad en un tiempo en el que se pide "la profundización de los derechos y que también se pide que se hagan mayores esfuerzos sobre la educación de sus hijos'', según señaló ante la asamblea del Consejo Federal de Educación.
En el Bicentenario Sarmientino, la medida gubernamental es el mejor homenaje al prócer que basó su sueño de desarrollo nacional en base a la educación masiva y obligatoria. Es también pensar en el crecimiento del país, acompañando desde las aulas a todas las variables productivas que debe ostentar una nación emergente y, fundamentalmente, revertir los desfavorables resultados de la última evaluación internacional Pisa, para alumnos secundarios, donde se pudo comprobar la deficitaria preparación de nuestros adolescentes.
Desde el próximo ciclo escolar, la Argentina casi quedará equiparada con Gran Bretaña que tiene 192 días de clase, o con Finlandia que exhibe una educación de excelencia con 191 días áulicos. Pero también deben considerarse que las naciones con un enorme potencial superan con creces estas cifras, caso de Japón con 243 días de clase, el ciclo escolar más amplio del mundo.
Alemania (240), Australia, China y Corea del Sur (220), Israel (216) y Rusia (211), son claros ejemplos de la importancia de las políticas educativas de estas naciones.
En nuestro país, los sectores comprometidos deben asumir el esfuerzo que implica esta trascendente medida y las autoridades educativas aportar las herramientas que requieren docentes y alumnos para que la mayor dedicación se refleje en poco tiempo en los certámenes internacionales.