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Exclusivo DiarioVeloz - Ayer fue Renzo Antonelli y hoy es Antonia Pino: necesita urgente un trasplante

La bebé está en lista de espera en busca de un donante de intestino. DiarioVeloz habló en exclusivo con su mamá, que nos contó cómo es la nena.

Por Nieves Otero

notero@diarioveloz.com

@nieves_otero

 

Hace unos días, el país estuvo en vilo siguiendo la evolución de Renzo Antonelli, el nene trasplantado de corazón. Hoy, Antonia Pino, de un año y once meses, necesita ayuda. La beba se encuentra en lista de emergencia en el Incucai, en la espera de un trasplante de intrestino. DiarioVeloz habló en exclusivo con Natalia, su mamá.

Antonia sufre desde que nació una extraña enfermedad por lo que su intestino no puede absolver los alimentos porque carece de vello: "La única cura es el trasplante, no hay tratamiento, sólo este sostén alimentario,  hasta que llegue el donante", explica Natalia.

Es que actualmente, la beba está conectada a una bomba de alimentación que le infunde un suero durante unas 20 horas al día, mientras que las otras cuatro horas, la desconectan para que su cuerpo pueda descansar y ella tenga más libertad y movilidad.

Mientras espera que su donante llegue, aunque su cuerpo no lo asimile, Antonia come por la boca, para generar el hábito alimenticio y poder comer  una vez realizado el trasplante.

"Lo que tiene es una bomba, que pasa un suero especial, que son las vitaminas y nutrientes que ella necesita para vivir, aunque no le alcanza para su cuerpo, que no asimila lo suficiente para crecer. Además, a la larga esto puede traer complicaciones al hígado y riñones porque saltea el sistema digestivo", agrega Natalia.

Mientras hablamos con su mamá, se escucha a Antonia llamarla y jugar, como cualquier nene de su edad: "No camina ni gatea porque no le da el cuerpito, pero se sienta juega, está acorde necrológicamente a su edad".

¿Cómo es Antonia? "Es buena, tranquila, se porta muy bien, se deja atender, esta acostumbrada a esto desde que nació. Es divertida, es un poco tímida, porque no está acostumbrada a tratar con gente ya que está mucho en casa, pero hace todo lo que hacen nenes de dos años. Excepto caminar y gatear".

"Ve a otros nenes e intenta copiarlos, hace el esfuerzo y quiere caminar y gatear, pero no puede", cuenta su mamá y luego agrega que entre sus actividades favoritas están "pintar y jugar a juegos de encastre".

Durante las cuatro horas que la nena está desconectada, sus papás aprovechan para salir en familia, los tres a pasear. Casi siempre eligen visitar a familiares o ir a lugares abiertos donde no haya mucha gente, como plazas o parques, ya que Antonia tiene las defensas bajas.

"Llegó a estar ocho horas desconectada. Cuando podemos tratamos de salir, le hace bien a ella. Lo único que tenemos que procurar es estar siempre a menos de dos horas de viaje hasta la Fundación Favaloro", explicó Natalia. Es que en cualquier momento puede sonar el teléfono anunciando el esperado donante y hay que "salir corriendo".

La historia clínica: "A los diez días la internamos, porque empezó con diarrea, le hicieron estudios y se dieron cuenta de que la leche seguía de largo. Se que hubo otros casos así,  pero ahora ella es la única. Cómo resolvieron los otros casos no lo sé,  no me anime a preguntar".

Antonia tiene control una vez por mes, aunque cuanta Natalia que cada 45 días hay internaciones de tres o cuatro días debido a algún "desajuste".

Mientras, la familia Pino continúa esperando el milagroso llamado: "No sabemos cómo reaccionaremos, al principio atemorizados, pero ahora estamos ansiosos para que pase", dijo Natalia en referencia a la aparición del donante y de la operación que duraría unas ocho horas.

Para cerrar, Natalia pidió: "Siempre pedimos por todos los nenes, que la gente tome consciencia que se hable del tema, que no tengan miedo. Por eso decidimos contar la historia,  para poner un ejemplo y ahora estamos con conociendo a muchos chicos que están en la misma".