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Espionaje ilegal: el expolicía y espía detenido tenía material vinculado a la muerte de Alberto Nisman

Fuentes judiciales indicaron que el material fue remitido al juez federal Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, quien tiene delegada la investigación por la muerte del fiscal de la causa AMIA.

Sigue despertando sorpresas el material encontrado en los dispositivos de Ariel Zanchetta, el ex policía preso por el espionaje a los jueces y cuyos objetivos a investigar se expandieron al mundo de la política, los dirigentes sociales y gremiales y también periodistas, una profesión a la que decía dedicarse. Para la fiscalía, sin embargo, era un “inorgánico” de la central de inteligencia. Según pudo confirmar Infobae, entre esos documentos que analiza la justicia apareció un parte en donde habla de las internas de la AFI, expuestas tras la muerte del fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman, ocurrida en enero de 2015.

Fue por eso que el juez Marcelo Martínez De Giorgi y el fiscal Gerardo Pollicita, a cargo de la causa por el espionaje a los jueces, decidieron remitir ese material a sus pares: el juez Julián Ercolini y el fiscal Eduardo Taiano, quien tiene delegada la investigación por la muerte de Nisman. Según pudo saber Infobae, se trata de material que habla del ex jefe del Ejército Cesar Milani y los ex directivos de la central de espías Fernando Pocino y Antonio “Jaime” Stiuso, quien había sido desplazado de su histórico rol en ese organismo a fines de 2014 con la reconversión de SIDE a AFI que ordenó la entonces presidenta Cristina Kirchner.

Aunque el material se guarda con estricta reserva precisamente por la confidencialidad de la información, fuentes consultadas por Infobae revelaron que el documento se denomina “parte de información” y alude a “vinculaciones de Milani y Pocino sobre inteligencia paralela”. Subraya que al día de hoy resulta inexplicable “el cúmulo de fallas” que se registraron en la seguridad del edificio Torres Le Parc de Puerto Madero. Y busca respuestas en esos interrogantes. Menciona agentes y empresas y a un grupo de hackers, señalaron las fuentes.

En ese parte se afirma que “la clave está en las comunicaciones” que cruzaron el fin de semana en que apareció muerto, con un tiro en la cabeza, en el baño de su casa, el fiscal de la AMIA que días antes había denunciado a Cristina Kirchner por encubrimiento a los iraníes en la causa del atentado.

En la causa por la muerte de Nisman, que se investiga como un asesinato, aparece una llamativa explosión de comunicaciones que tuvieron lugar aquel fin de semana y que fue detectada a fines de 2015 por la División Fraudes Bancarios. El celular de muchos espías o ex espías impactaron en antenas de la zona de Puerto Madero y la Casa Rosada, y reportaron a sus jefes. Esos jefes hablaron por esas horas con distintos funcionarios del Ejecutivo de entonces. Entre los testigos que interrogaron aparecían el ex agente de la SIDE Fernando Pocino, un radical que se había enfrentado al sector interno de Antonio “Jaime” Stiuso y había quedado posicionado cerca del kirchnerismo para el momento de la muerte de Nisman y que aparece entre los números analizados.

En la lista de esas llamadas se menciona también al hoy senador Oscar Parrilli, titular entonces de la AFI; al hoy viceministro de Justicia Juan Martín Mena -número 2 en la central de espías-; al ex jefe del Ejército César Milani y a quien era el titular de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, entre otras personas. Por entonces, en declaraciones públicas, los ex funcionarios justificaron la intensidad de esos llamados en el robo de un misil en las afueras de La Plata ocurrido el jueves 15 de enero y en la seguridad del superclásico entre River y Boca, que debía jugarse en Mar del Plata. Justo ese sábado 17 por la tarde, además, se incendió un sector de la Casa Rosada, que provocó que se perdiera información sobre cámaras de seguridad e ingresos y egresos de la Casa de Gobierno, según se detectó en la causa del Memorándum.

El contenido de este informe de 12 carillas que se encontró entre los dispositivos de Zanchetta fue remitido a la investigación por la muerte de Nisman, para que allí se defina su utilidad o trascendencia.

A ocho años y diez meses de la muerte de Nisman, la causa sigue sin encontrar a los asesinos, en un escenario que cada vez se vuelve más complejo. Desde hace más de dos años, el fiscal y su equipo viene interrogando a diferentes personajes del mundo de inteligencia. Las declaraciones de los espías dejaron una certeza: la de las contradicciones.

En enero pasado, al cumplirse el octavo aniversario, Infobae reveló algunos datos que la fiscalía reconstruyó tras el desfile de los agentes que aún no terminaron: un espía fue enviado al complejo Le Parc en la noche del domingo 18 de enero del 2015 para monitorear qué pasaba, otros agentes “vigilaron” la fiscalía de Viviana Fein en los primeros días esperando al ex jefe de Contrainteligencia Antonio Stiuso y otro empleado de la AFI que vivía a metros de la casa de Diego Lagomarsino tuvo ese fin de semana una intensa actividad, según sus registros telefónicos. Lo que los investigadores ahora descubrieron es que el experto de informática de la AFI estuvo justo ese fin de semana en la zona de Puerto Madero.

Pero además de estos puntos, los investigadores tiene en el horizonte dos hipótesis de trabajo que se reforzaron con la declaración de los espías: las sospechas sobre las tareas de inteligencia que habría hecho el Ejército a cargo de César Milani en ese momento, una línea que denunció la entonces diputada Elisa Carrió en la causa; y el posible vínculo de servicios de inteligencia del exterior con capacidad operativa en la Argentina.

En la causa Nisman, se detectó la vinculación de una dirección en Entre Ríos que estaría vinculado al “troyano” que tenía Nisman en su teléfono, un hilo desde el que tirar teniendo en cuenta que el celular del fiscal fue borrado. Precisamente, un dato no menor: en septiembre pasado, la Cámara Federal confirmó el procesamiento de dos personas por haber monitoreado los movimientos migratorios de Stiuso y de la jueza Arroyo Salgado. Lo hicieron con una clave de la AFI y que también liga estos hechos a la muerte de Nisman.

Aunque esas personas no pertenecían a la AFI, la Justicia los consideró “inorgánicos” que violaron la ley de inteligencia. Zanchetta se enfrenta a un mismo panorama. Entre las carpetas del ex policía aparecía buscando o recolectando información sobre Viviana Fein, la primera fiscal que tuvo la causa; y del fiscal Taiano, que la sucedió.

(Fuente: Infobae)

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