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Escándalo: La declaración de una testigo que dejó en evidencia "el armado policial" en el juicio por el crimen Candela Rodríguez

La mujer se venía contradiciendo, fue advertida y contó todo: la acusación al principal imputado fue una maniobra policial en la que ella fue obligada a participar. Ahora evalúan la continuidad del proceso.

Un gran escándalo estalló ayer mientras se llevaba a cabo el juicio oral por el asesinato de Candela Sol Rodríguez, ocurrido en agosto de 2011, cuando una testigo de identidad reservada comenzó su declaración contra Leonardo Jara, uno de los imputados. Durante su relato los presentes notaron que la mujer dudaba y su relato no era consistente.

Ante una dura advertencia del Diego Bonano, presidente del tribunal, la testigo detuvo su narración y dijo "voy a contar la verdad". Y desde ese momento comenzó a relatar que había sido amenazada por los policías de la Brigada de La Matanza, con meter preso a su hermano vinculándolo con un hecho de piratas del asfalto. A cambio, se le exigió a la testigo y al hermano que acusaran a alguien: "Necesitamos un nombre" les habrían dicho.

Entonces ambos, acusaron a Jara a quien conocían por haber participado en un asalto. La declaración provoco un escándalo en la sala ya que con ella, se confirmaba la acusación de que en el caso de la muerte de la niña de 12 años, habría una especie de armado policial, con el objetivo de tapar lo que siempre se había sospechado: que Candela habría muerto  en el marco de un enfrentamiento entre bandas de narcos de San Martín protegidos por la Policía Bonaerense.

La próxima semana el Tribunal Oral Criminal número 3 de Morón resolverá si existe alguna forma de que el juicio continúe o si lo dan por finalizado.

Los imputados por el crimen de Candela Sol Rodríguez, son tres: el ya nombrado Leonardo Jara, Fabián Gómez y Hugo Bermúdez.  

Si bien la hipótesis que se venía manejando era que el secuestro y asesinato de la nena era una venganza contra el padre de la joven, preso por piratería del asfalto, la acusación nunca tuvo solidez ya que no había ningún vinculo entre los imputados y no existen pruebas reales de amenazas contra Rodríguez padre, que llevaba preso un año y medio.

El único punto de relevancia en el expediente era una llamada en la que una voz masculina afirmaba: "ahora sí que nunca más vas a encontrar a tu hija. Jamás la vas a encontrar. Te lo aseguro, hasta que esa conchuda devuelva la guita, no la van a ver más. Que le pregunte al marido dónde dejó la guita". La Gendarmería peritó la cinta: dijo que era imposible determinar de quién era la voz y en un segundo peritaje afirmó que se trataba de la voz de Jara.

En el juicio, la Policía Federal hizo un tercer peritaje pero no se pudo llegar a ninguna conclusión porque la cinta es muy breve, 11 segundos.