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Entre Ríos: sin pistas del joven que mató a su amigo

A una semana del crimen de Alexis Céparo los investigadores buscan rastros del agresor en tres provincias y temen que el presunto asesino haya atentado contra su vida.

Cientos de habitantes de la localidad entrerriana de Cerrito reclamaron justicia por la muerte de Alexis Céparo, el joven de 22 años que murió tras ser baleado presuntamente por un vecino de su edad que era intensamente buscado por la Policía.

A una semana del crimen, los investigadores buscan rastros del agresor en tres provincias argentinas y temen que el presunto asesino haya atentado contra su vida.

Fuentes policiales dijeron a PERFIL que la búsqueda de Adrián Molaro, el único sospechoso que tiene el crimen del chico, se extendió hacia las provincias de Corrientes, Santa Fe y el sur de Buenos Aires.

Los investigadores sospechan que Molaro pudo haber escapado hacia el norte argentino ya que la última vez que se lo vio fue cerca de las 7 de la mañana del domingo pasado en la estación de servicio de La Paz, donde dejó abandonado su auto.

Por otro lado, los efectivos entrerrianos no descartan que el agresor haya buscado refugio en la casa de algún conocido.

Si bien los investigadores secuestraron en el auto de Molaro tres armas –una de ellas sería la que utilizó para cometer el crimen–, creen que el joven se habría llevado consigo otra arma y temen que pueda atentar contra su vida.

"Hicimos ayer (por el viernes) un allanamiento en la casa donde vive con sus padres.

Se secuestró una CPU y detectamos que faltaba un arma", dijo una fuente, que deslizó que el prófugo es un "aficionado de las armas".

Por tal razón, uno de los motivos que generan sospechas entre los investigadores es que Molaro, de 22 años , s e haya llevado el arma para "atentar contra su integridad física", pero tampoco descartan que el sospechoso la haya ocultado en algún lugar.

Lo que se sabe es que Alexis Céparo fue baleado el 21 de enero cerca de las 10 de la noche, cuando se encontraba en la puerta de la casa de su novia. Desde arriba de un Peugeot 206, le pegaron tres tiros: uno le impactó en el tórax y dos en el brazo. Antes de morir alcanzó a decir el nombre de su agresor: Adrián Molaro, quien hoy tiene pedido de captura nacional e internacional.