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El procurador y la República

*Por Julio César Moreno. El procurador General de la Nación debe tener sólidos antecedentes académicos y respeto por los valores morales

lo que vuelve poco aconsejable la designación de Daniel Reposo en el cargo.

Mientras el Gobierno nacional pretende apurar la aprobación en el Senado, primero en la Comisión de Acuerdos y después en el plenario, de Daniel Reposo al frente de la estratégica Procuración General de la Nación –uno de los cargos más importantes en la administración del Estado– la oposición trata de unificar sus diezmadas fuerzas para oponerse a ese nombramiento, para el cual se requieren los dos tercios de la cámara alta.

No se trata de un tema de importancia secundaria para la vida política del país, ya que la designación de Reposo puede significar un nuevo avance gubernamental hacia el control total de la Justicia, en momentos en que ésta es una de las pocas reservas que quedan para preservar el principio republicano de la división de poderes, cuyo desconocimiento sería realmente lamentable para el país y la democracia argentina.

Reposo fue designado como procurador provisorio tras un incidente bastante oscuro: la renuncia de su antecesor, Esteban Righi, después de una denuncia formulada por el vicepresidente de la República, Amado Boudou, contra familiares de Righi que trabajan en el mismo estudio jurídico donde éste se desempeñaba hasta que el ex presidente Néstor Kirchner lo designara en la Procuración.

El asunto tuvo fuertes connotaciones políticas, ya que Righi fue una de las figuras históricas del peronismo de la década de 1970, durante la breve presidencia de Héctor Cámpora, y por lo tanto se lo consideraba como uno de los referentes históricos del "camporismo", hoy tan en boga en los ambientes oficialistas.

Varias causas contra Boudou, algunas de ellas relacionadas con la renuncia de Righi, siguen abiertas, por lo que se mantienen las sospechas sobre la polémica propuesta gubernamental de la designación de Reposo.

El actual senador nacional Aníbal Fernández, ex jefe de gabinete y una de las espadas fuertes del kirchnerismo, fue una de las pocas voces que se levantó en defensa de Reposo, de quien dijo que "ha permanecido 20 años al servicio del Estado, defendiendo sus intereses con resultados superlativos, y al frente de la Sindicatura General de la Nación (Sigen) su desempeño ha sido ejemplar".

No opinan lo mismo los senadores de la oposición, para quienes Reposo ha incurrido en declaraciones falsas y adulteración de documentos, además de haberse comportado arbitrariamente como procurador provisorio, favoreciendo a su amigo personal Amado Boudou.

La cuestión se presta, pues, a muy variadas lecturas, pero para la salud de a República sería importante que en la Procuración General de la Nación fuera designada una persona con antecedentes académicos más sólidos y que se caracterice por una actitud flexible y mesurada para ejercer tan alta función.