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El perfil oculto de Sandra Arroyo Salgado: la dura "narcojueza" del kirchnerismo

La ex mujer de Alberto Nisman tiene una carrera marcada por sus vínculos con el poder. Toda su verdad.

La aparición de Sandra Arroyo Salgado marcó un giro en la investigación que se lleva a cabo por la muerte de su ex marido, Alberto Nisman. La jueza de San Isidro expresó sus diferencias con la fiscal Viviana Fein y actúa con su equipo propio de peritos. Relaciones con el ex agente de Inteligencia Antonio Stuiso, amenazas de muerte y roces con sus colegas. El perfil de la mujer que podría traer la justicia sobre el caso que conmociona a todo el país.

Con sólo 44 años, Arroyo Salgado se desempeña como jueza federal de San Isidro, tiene dos hijas de 15 y 7 años y una carrera cargada de éxitos, aunque no exenta de puntos oscuros. Según Diario Uno, la ex mujer del fiscal fallecido, ya se había recibido de abogada en la Universidad de Buenos Aires. Arroyo Salgado hasta había sido alumna de su futuro esposo. Sin embargo, cuando comenzó el romance, ella ya era asesora penal en el Senado de la Nación y respondía a las directivas de Jorge Yoma.

Un hecho resonante en su carrera fue la causa por el copamiento armado del regimiento de La Tablada, en el que desaparecieron dos militantes políticos. La investigación cayó en el juzgado de Morón, a cago del juez Gerardo Larrembebere. Allí fue donde Arroyo Salgado comenzó sus pasos como jueza. No fue casualidad que el hombre de confianza de Larramberere fuera Alberto Nisman.

Tras su paso por Morón, según informa Diario Uno, la jueza llegó a la Defensoría General de la Nación. Esa fue la instancia previa a concursar por un cargo en el juzgado federal de San Isidro. En 2006, fue el por entonces presidente Néstor Kirchner quien la nombró para el puesto que tanto deseaba.

En 2009, la ex mujer de Nisman participó de una investigación que se radicó en Campana. El territorio era altamente turbulento, puesto que se seguía la pista de una megabanda de narcotraficantes. El procedimiento terminó con la detención de 11 personas de nacionalidad mexicana y 9 argentinos. Además, se produjo el desmantelamiento de un laboratorio capaz de producir 250 mil pastillas de efedrina y metanfetamina. Antes de que Arroyo Salgado se hiciera cargo de la causa, el juez federal Héctor Echave había pedido que lo desvincularan del trabajo. Era verdaderamente peligroso.

Divorciada desde 2011, la jueza siempre mantuvo una relación amena con el kirchnerismo y llegó a ser apodada la "narcojueza". Según Diario Uno, Arroyo Salgado supo aprovechar los contactos que su ex marido tenía con agentes de la SIDE. No fue casual que las principales causas de narcotráfico se trataran en su juzgado.

Un dato que permite comprender la estrecha vinculación de Arroyo Salgado con el Gobierno Nacional consiste en que fue ella quien ordenó que se realizaran los análisis de ADN sobre los hijos de Ernestina Herrera de Noble (dueña del Grupo Clarín), por sospechas sobre su origen. Desde el oficialismo, siempre se fogoneó la posibilidad de que ambos habían sido "hijos de desaparecidos".

Según los testimonios recolectados por Minuto Uno, la ex mujer de Alberto Nisman se caracteriza por su carácter "duro" y su determinación extrema. Un ejemplo de estas características se encuentra en su intervención durante la causa de la empresa Kraft, que despidió a numerosos trabajadores. Los ex empleados decidieron hacer piquetes en Panamericana como forma de protesta. En esa oportunidad, en conjunto con Sergio Berni, Arroyo Salgado ordenó la detención de los protestantes. Entre ellos se encontraban niños.