El crimen de Susana Leiva - La tarjeta SUBE, ¿nuevamente protagonista?

Una nueva mujer con una muerte con connotaciones macabras, cuyo cuerpo apareció en un lugar de desperdicio y con la trágica coincidencia de que otra vez el máximo sospechoso es un portero. El crimen de Susana Leiva, que apareció en el pozo ciego de su casa en Temperley, y cuyo marido, Alberto Ponce, sindicado como el que ocasionó el asesinato, vuelve a conmover a la opinión pública.

Gracias a la información exclusiva que brindó Mauro Szeta en "Chiche en Vivo", el informe preliminar del cuerpo forense comienza a dar datos reveladores: "Según el análisis del cuerpo en la escena del crimen, se da una data de 24 a 36 horas, pero dejó aclarado el médico que había buena conservación por el pozo ciego, por el frío parecía que estaba 'en una heladera'. Además tenía signos de estrangulamiento manual".

Sin embargo, el dato que modificó radicalmente la investigación de la desaparición de la mujer fue, nuevamente, la tarjeta SUBE: "Tuvo incidencia para que allanaran la casa, porque no tuvo movimiento y no había testigo que la hubiera visto salir", explicó Szeta.

Además, "Chiche" Gelblung habló con Angelina Leiva, la hermana de la víctima, que cargó las culpas contra Ponce: "Sospechamos de él desde el primer momento, porque nunca nos acompañó. Tuve que hacer la denuncia porque él estaba durmiendo. Después le pedí que me acompañe a recorrer los hospitales o el barrio y él seguía en la casa, nunca se molestó".

"Mi hermana recibía agresiones psicológicas permanentemente. Yo le decía que tuviera cuidado porque en cualquier momento le iba a levantar la mano", comentó la mujer.

Por último, reveló cómo la policía y la investigación judicial no oyeron los pedidos de la familia: "Nosotros desde el domingo pedíamos que vayan a revisar la casa de mi hermana. Pero decían que tenía que estar la orden del fiscal y recién hoy se molestaron en ir".