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El costado más triste de la vida de Gerardo Sofovich: sus vínculos familiares

La relación con sus mujeres y su hijo, el punto más oscuro de un hombre que siempre supo brillar.

A lo largo de toda su vida, Gerardo Sofovich se vio rodeado de mujeres. El hombre que encontró el desenlace de su vida durante la madrugada de este domingo se caracterizaba por ser un seductor. Sin embargo, su última relación no fue nada feliz. Sofía Oleksak, con quien estuvo casado sólo siete meses, fue la última persona que le robó el corazón y se lo devolvió en pedazos.

Estuvieron en pareja durante siete años y todo su entorno aseguraba que llegarían al final de sus vidas juntos. Parecían inseparables. Nunca nadie imaginó que un día Gerardo se vería obligado a mostrar ante los medios de comunicación un mensaje de whataspp devastador. "No me interrumpas que estoy garch... con una pi... dura, al fin".

Aquella fue la respuesta de Oleksak ante un llamado de su esposo, quien intentaba contactarla por el uso excesivo que la mujer hacía de las tarjetas de crédito. Aquel escándalo explotó por octubre de 2013. Todo se derrumbó, no hubo vuelta atrás. Y los juicios se sucedieron entre combates mediáticos.

Oleksak fue la segunda esposa del Gerardo, quien estuvo casado hasta 1995 con Carmen Morales. Aquel matrimonio duró 30 años, mientras su segundo vínculo amoroso fue de tan solo siete meses.

El costado más triste de la vida de Sofovich se puede encontrar, precisamente, en sus vínculos familiares. Gustavo Sofovich, chocó contra un destino accidentado a raíz de su adicción a las drogas. Con un padre exitoso que le brindaba todo tipo de lujos, la mejor educación y otros privilegios, el joven primogénito de Sofovich se vio sofocado y sufrió mucho más de lo que pudo disfrutar su posición.

Carmen Morales, por su parte, siempre se mantuvo fiel a su marido, a pesar de los incontables rumores que circulaban con relación a la vida de Playboy que llevaba el exitoso productor de teatro y televisión.

Al final de su vida, Morales sufrió los terribles males de la enfermedad del Alzheimer. El propio Sofovich llegó a declarar: "Ella ya no me reconoce". A raíz de este hecho, Gerardo admitió que dejó de visitar a su ex mujer porque eso "la alteraba". La única mujer que siempre lo respetó, dejó de identificarlo.

Sofovich dejó este mundo a los 77 años con un historial cargado de éxitos en televisión, teatro y también cine. La cuenta pendiente en su vida siempre fueron los vínculos familiares, que lo tuvieron a mal traer durante toda su trayectoria. El genio, el seductor que nunca tuvo suerte en el amor.