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"El Conjuro 2": ¿una nueva historia real? (II)

Análisis del histórico y controvertido caso "poltergeist" que inspiró la película.

Por Enrique Márquez

@ladislaomarquez

Según hemos visto en la primera parte, los parapsicólogos Maurice Grosse y Playfair estaban asombrados por las voces guturales de Janet Hodgson y, según ellos, era imposible que una niña de once años pudiera emitir una voz tan grave. Pero existe un registro fílmico que demuestra claramente que las voces de Janet eran del "más acá" y la imposibilidad aludida por los parapsicólogos era otro de sus tantos disparates.

El hecho ocurrió durante una entrevista que realizó Stewart Lamont, ministro religioso y periodista de la BBC Scotland. En la misma se puede apreciar que Janet (sentada a la derecha de su hermana mayor Margaret) es la emisora de la voz al mejor estilo de un ventrílocuo. Es más, cuando el ventrílocuo profesional Ray Alan las visitó, no dudó un instante en afirmar que las niñas eran las responsables de las voces y que estaban fascinadas con toda la atención obtenida [Nickell, J. (2012) Enfield Poltergeist. Skeptical Inquirer, 36 (4) July/August, pp. 12-14].


Al margen de este hecho evidente, hay algunos complementos de importancia que merecen destacarse durante la entrevista. En un momento se escucharon tres golpes y las niñas reaccionaron con una sonrisa pícara y sin el menor estremecimiento o temor del que tanto se hablaba por entonces.

Cuando Lamont le preguntó a Janet "¿cómo se siente estar encantado por un poltergeist?", la niña respondió que "no es un encantamiento" y, de inmediato, Margaret la interrumpió diciéndole "cállate". Es como si Janet hubiese 'metido la pata' y su hermana la regañara. Obviamente, si negaban el encantamiento se acababa todo y volvían al anonimato. Pero la farsa continuó y disponían de dos buenos aliados de la Society for Psychical Research (SPR).

Janet también reveló cómo se originaron las voces. Señaló que fue el 12 de diciembre y que Maurice Grosse, quien intentaba comunicarse con las supuestas entidades que producían los golpes, dijo que "todo lo que necesitamos ahora es que las voces hablen". Y Janet no lo defraudó, las voces hablaron.


Discrepancias entre parapsicólogos

Otros dos miembros de la SPR, Anita Gregory (1925-1984) y John Beloff (1920-2006), también visitaron a los Hodgson en Enfield. Pero las conclusiones de ambos fueron totalmente desalentadoras y opuestas a las de sus colegas Grosse y Playfair.


Después de su primera visita, Beloff y Gregory le escribieron a Playfair informándole que no encontraron nada fuera de lo normal, pero dejaron abierta la posibilidad de que algún fenómeno genuino podría haber ocurrido en otras oportunidades. Gregory persistió con sus visitas a Enfield y, finalmente, se convenció de que todo era un fraude y giraba principalmente en torno a las picardías de las hermanitas Janet y Margaret Hodgson.

En una de sus visitas Gregory fue advertida por el tío de las niñas, John Burcombe, quien creía que Janet había aprendido por sí sola a hablar con una voz gruesa y que siempre había sido una chica traviesa que disfrutaba engañando a otros. También le señaló que era una niña atlética y, por lo tanto, le resultaba muy fácil saltar de su cama afirmando que era 'arrojada por la entidad'. Pero si aún le quedaba alguna duda a Gregory, esta se disipó cuando señaló: "Se me mostró un video film en el que se ve a una de las niñas en su dormitorio, doblando por sí misma una cuchara y una barra de metal de una manera bastante normal y saltando arriba y abajo en su cama. Para mí esta interpretación de trucos imitativos totalmente burdos, conscientes y bastante patéticos es irresistible" [Gregory, A. (1982) Investigating Macro-Physical Phenomena. Parapsychology Review, 13 (5), pp. 13-18].


Mary Rose Barrington, también miembro de la SPR, años más tarde recordó el conflicto que se creó en virtud de estas posturas enfrentadas entre parapsicólogos de la misma entidad. Mientras Beloff y Gregory aconsejaban no creer ni una palabra puesto que no sucedía nada y todo era producto de una histeria colectiva, por su lado Grosse y Playfair insistían en que ocurrían fenómenos paranormales genuinos [Documental Interview with a Poltergeist , Channel 4, 2007].


Al escepticismo de Gregory y Beloff también se sumó el de la mirada experta de un famoso ilusionista: Milbourne Christopher (1914-1984). Christopher estuvo en la casa junto a Playfair y tuvo ocasión de observar de cerca la conducta sospechosa de Janet. Concluyó que el supuesto poltergeist no era más que el producto de "una pequeña niña que deseaba causar problemas y quien era muy, muy lista" [Dennett, M. R. (1984-85) A final interview with Mil bourne Christopher. Skeptical Inquirer, 9:2 (Win ter), p. 161].


A confesión de partes...

Si bien Grosse y Playfair reconocieron que a veces las niñas estaban "motivadas para añadir a la actividad algunos trucos por su cuenta", eso no hizo mella en la credulidad de ambos. Hubo que esperar algunos años para obtener una confesión de Janet, aunque parcial y sin detalles. Primero lo hizo ante ITV News (12/06/1980), cuando dijo que "una o dos veces" habían engañado pero sólo para ver si Grosse y Playfair las atrapaban. Luego, en 2007, estimó que sólo el "uno o dos por ciento" de los fenómenos habían sido fraudulentos [Daily Mail, 05-03-2007]. Cuatro años más tarde y durante una entrevista concedida a la periodista Zoe Brennan, Janet volvió a admitir que sólo "el 2%" había sido fraude [Daily Mail, 28/10/11]. Quizás haya que esperar unos años más, como ocurrió con las hermanas Fox, para que Janet y Margaret sinceren el porcentaje. Pero bueno..., a buen entendedor, pocas palabras (o porcentajes) bastan.

Cuando comenzó esta historia en 1977, existían dos factores psicológicos que no eran de menor importancia y bien podrían explicar algunas motivaciones para el engaño y autoengaño de los principales protagonistas. Por un lado estaba Maurice Grosse, quien había perdido a su hija, también de nombre Janet, en un accidente ocurrido en agosto de 1976. Y en cuanto a los Hodgson, también se vivía una situación especial por la separación de la madre y el padre que afectó significativamente a toda la familia.

Lo cierto es que, en julio de 1978, Janet fue internada durante dos meses en el Hospital Maudsley y, a su regreso, mágicamente se fue diluyendo la supuesta "actividad poltergeist".


El gran negocio del matrimonio Warren

La película 'El Conjuro 2' se presenta como "una nueva historia real de los casos de Ed y Lorraine Warren". De hecho, se sugiere que ambos lideraron la investigación del caso y tienen un rol protagónico a través de la interpretación de los actores Patrick Wilson y Vera Farmiga. Pero tampoco fue así y hasta el propio Guy Luy Playfair se encargó de desmentirlo.


En una entrevista radial Playfair recordó que Ed y Lorraine Warren, autodenominados 'demonólogo' y 'médium-clarividente' respectivamente, aparecieron por la casa de los Hodgson sin ser invitados y trataron a toda costa de insertarse en la historia; estuvieron sólo uno o dos días y lo único que les interesaba era hacer dinero con el caso, y de hecho lo hicieron. "Tuve una breve conversación con Ed en Enfield, y como digo, me estaba diciendo la cantidad de dinero que él me ayudaría a hacer, y yo cortésmente rechacé su ayuda, y me resistí porque eso no es lo que hacemos en la SPR para subsistir, y esa fue la última vez que lo vi", señaló Playfair [Darkness Radio, 07-01-2016].

Este modus operandi de los Warren ya tenía antecedentes y quedó bien expuesto en otro célebre caso fraudulento conocido como el "poltergeist de Amityville", en New York (EE.UU.).

En definitiva, el "poltergeist de Enfield" no es más que otro de los tantos casos fraudulentos con activa participación de niños, inflado por la cobertura periodística e ingenuidad de los parapsicólogos.