Dudas y malestar entre los empresarios por el dólar y las retenciones

En un clima cargado de incertidumbre, los principales referentes del empresariado nacional participaron este miércoles de un encuentro en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), donde quedó en evidencia la creciente preocupación por las últimas decisiones económicas del Gobierno, particularmente en torno al uso de dólares no declarados y el futuro de las retenciones.

Aunque se esperaba la presencia del ministro de Economía, Luis Caputo, este canceló a último momento su participación alegando un “compromiso ineludible”, lo que generó desilusión entre los asistentes. Su ausencia fue leída por algunos como una estrategia para evitar dar definiciones concretas sobre las medidas que se están evaluando en materia cambiaria. En su lugar asistió Federico Sturzenegger, a cargo del área de Desregulación.

Uno de los puntos que más inquietud generó fue la posible implementación de un mecanismo que permita utilizar dólares no declarados para ciertos consumos. Si bien la iniciativa apunta a incentivar el blanqueo de divisas, todavía no se conocen los detalles ni qué tipo de controles se aplicarán para validar el origen del dinero.

En paralelo, se reavivó el debate por las retenciones. Durante la apertura del evento, el presidente del CICyP, Marcos Pereda, reclamó una “hoja de ruta clara” que marque el camino hacia la eliminación total de estos tributos, especialmente en el agro, un sector clave para la generación de divisas. “Podemos producir hasta un 40% más, pero necesitamos reglas estables que nos permitan planificar a largo plazo”, afirmó.

La tensión aumentó cuando Sturzenegger pidió a los empresarios que dejen de enfocarse exclusivamente en la baja de impuestos y acompañen el ajuste del gasto público. “Si no reducimos el gasto, pedir una baja impositiva en un sector significa trasladar la carga a otro”, expresó, y los convocó a “ser socios de la motosierra”.

Sus declaraciones, además, generaron incomodidad al referirse al agro como un sector “no muy intensivo en empleo”, lo que fue interpretado por varios como una desvalorización del rol que cumple el campo en la economía.

Ese mismo día, el Gobierno oficializó la eliminación de retenciones para más de 4400 productos industriales, lo que fue bien recibido por parte del sector manufacturero. Sin embargo, la negativa a aplicar el mismo beneficio al agro fue criticada como una medida injusta. “Se castiga a quienes más aportan en términos de ingreso de divisas”, señalaron desde el campo.

Si bien algunos sectores respaldan el rumbo general de la política económica, reconocen que los problemas de competitividad exceden al tipo de cambio y piden un marco normativo previsible que dé mayor certidumbre para invertir y crecer.