Dos mujeres fueron baleadas en una pelea vecinal en Laferrere: una recibió un tiro en la cabeza y otra quedó paralítica

Una bronca entre dos jóvenes de un barrio de Laferrere, en el partido bonaerense de La Matanza, escaló para mal en los últimos días y derivó en una guerra a los tiros entre familias que dejó a dos mujeres con heridas graves: una recibió un balazo en la cabeza y otra de ellas, que es menor de edad, quedó paralítica por un tiro en la espalda. Lejos de terminar, el conflicto sigue abierto.

Todo comenzó el lunes 15 de diciembre a las 22 en un quiosco ubicado en la esquina de Concejal Pedro Gómez y Colegiales, en Laferrere. Según los vecinos, dos jóvenes del barrio que tenían una bronca de larga data se cruzaron en una esquina cuando uno pasó en moto. Ahí se "boquearon" y empezó una pelea.

Uno de los dos, señalado como I.D., se quedó enojado y volvió al rato arriba de una moto y con un revolver. En ese momento se cruzó a N.R., una adolescente de 16 años que es hermana del vecino con el que tuvo la pelea. Ella había ido al quiosco a comprar una gaseosa. En su casa estaban festejando que una de las mujeres de la familia acababa de recibirse de policía.

Cuando I.D. la identifica, empezó a disparar a mansalva contra el quiosco. Uno de los disparos le pegó de lleno en la médula. El desplome fue instantáneo: la chica cayó boca arriba y quedó tendida en el suelo. No podía mover las piernas.

De acuerdo al registro fílmico de las cámaras de seguridad del quiosco, publicado por el portal Primer Plano Online, la familia de N.R. vino a socorrerla y se desesperaron al ver que no podía mover las piernas. La cargaron a un coche y se fueron al hospital Teresa Germani, ubicado a unas pocas cuadras.

El balazo le afectó la médula y las vértebras. Quedó paralítica y no podrá volver a caminar.

Furiosos por la agresión que sufrió la adolescente, los familiares salieron a buscar al joven I.D. Según fuentes citadas por TN, no lo encontraron a él pero sí a su familia. Allí empezaron a discutir pidiendo que dé la cara el chico que había disparado. Sin resultados, uno de los presentes sacó un arma y le disparó en la cabeza a la madre del chico que buscaban.

La bala entró por la mandíbula y le quedó alojada en el cerebro a la mujer. Se encuentra internada y en grave estado.

Lejos de quedar a mano, la familia de I.D. siguió avivando la bronca. Fueron a la casa donde vivía la joven ahora paralítica e intentaron prender fuego la vivienda. Si bien no lograron concretar el incendio, prometieron que tomarían venganza.

La causa de la balacera contra N.R. quedó en manos del fiscal Federico Medone, de la Fiscalía Descentralizada 3 de Laferrere. Luego de un par de allanamientos, I.D. se entregó en sede policial.