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Donald Trump se confiesa como un devoto pero ¿Cuál es su verdadera religión?

El presidente de Estados Unidos se encontró por primera vez con el papa Francisco en el Vaticano y predicó diferentes biblias durante su campaña.

Desde los inicios de la su campaña, el actual mandatario de Estados Unidos dice y asegura ser una persona religiosa. Lo demostró con las dos biblias que usó en la asunción, la de Abraham Lincoln y otra especial que le había regalado su madre cuando tenía 9 años; también con la foto que publicó en Facebook, en la que se lo ve de pequeño en la iglesia de Queens; y con los muchos discursos que dio en distintas iglesias tanto evangélicas como católicas.

Si su padre fue el encargado de formarlo como hombre de negocios, fue su madre quien se encargó de darle iglesia. "Soy cristiano protestante, soy presbiteriano. He tenido una buena relación con el cristianismo. Creo que la religión es algo maravilloso. Creo que la mía es una maravillosa religión", declaró en 2011 al ser entrevistado por un canal cristiano.

Los presbiterianos creen en Dios, en Jesús como su hijo único y en el Espíritu Santo. Jesús, para ellos la manifestación humana de Dios, nació de la virgen María, murió en la cruz y resucitó. Los presbiterianos son una rama del protestantismo y creen que los buenos y justos al fallecer estarán junto a Dios, mientras que los que no lo sean serán enviados al infierno.

Los presbiterianos están seguros de la predestinación, de que Dios ya los eligió y les trazó el rumbo. A diferencia de los católicos, rechazan la veneración de imágenes, las oraciones por los difuntos, la intercesión de los santos difuntos y la autoridad del Papado. Aunque, vale aclarar, eso no se traduce en una relación tormentosa con la Iglesia católica.

"Creo que la gente se sorprende cuando se enteran que soy cristiano, que soy una persona religiosa. Me ven rodeado de tanta riqueza, que a veces no asocian eso con ser religioso. No es preciso", escribió en su libro Great Again, publicado durante las primarias republicanas.

El 2,8 por ciento de la población estadounidense es presbiteriano. Sin embargo, en las presidenciales de noviembre, según encuestadoras privadas, Trump consiguió que el 81 por ciento de los hombres religiosos y el 64 de las mujeres votaran por él. Además de ellos, muchas otras personas lejanas a la religión del magnate lo eligieron.

Donald Trump es presbiteriano, pero sigue a un gurú especial. De joven se interesó por los discursos del predicador Norman Vincent Peale, artífice de la teoría del pensamiento positivo y autor del primer libro de autoayuda.

"Como presbiteriano autoproclamado, algo que él describe como «una maravillosa religión», Trump asiste nominalmente a la Iglesia Marble Collegiate de Nueva York, que fue el único púlpito que tuvo Norman Vincent Peale, autor del mega bestseller El Poder del Pensamiento Positivo", aseguró Shermer.

"Tú puedes ser desdichado si quieres. Si, por el contrario, te dices: 'Elijo la felicidad', puedes estar seguro de que la obtendrás", es la idea principal de los sermones de Peale.

Fue tal la adhesión de Trump a estas máximas, que convocó a Peale para oficiar su primer casamiento, cuando se unió a Ivana, madre de Donald Jr., Ivanka y Eric, y para encabezar los funerales de su madre y su padre. "Él creía que yo era el mejor estudiante de todos los tiempos", dijo el magnate tiempo atrás.

Ivanka es la hija predilecta de Trump aunque abandonó su educación cristiana. Por amor. La segunda heredera del empresario se convirtió al judaísmo al casarse con Jared Kushner, actual asesor del presidente, en 2009. La modelo y emprendedora se sometió a una complicada evaluación para dejar sus creencias y ser judía: debió aprender a leer hebreo, todas las normas de la doctrina judía y cambiar por completo su estilo de vida.

(Fuente La Nación)