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Día de la Memoria: reclamos de justicia y verdad a 37 años 

Militantes, organismos de los derechos humanos y agrupaciones sociales concurrieron a la Plaza de Mayo y pidieron justicia. Revivilo en esta nota.

La Plaza de Mayo fue el escenario en el que confluyeron las distintas generaciones bajo una misma consigna de "Memoria, Verdad y Justicia", y que se corporizó miles de personas que se reunieron para conmemorar el 37 aniversario del Golpe de Estado con una fuerte presencia de militantes, estudiantes, organizaciones de derechos humanos.

Precisamente, fue esa presencia de la juventud la que le otorgó un rasgo distintivo a la conmemoración del Día de la Memoria, acto en el que los organismos de derechos humanos destacaron como "la década en que las luchas comenzaron a ser victorias", según concluyó la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, al dar a conocer el documento final.

Para los organismos de derechos humanos, "las victorias" de la década fueron "la Ley de Género, de Matrimonio Igualitario, el juicio y castigo a los genocidas, a Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la recuperación del empleo, la Asignación Universal por Hijo, la estatización de YPF y la decisión de reclamar de manera pacífica las Malvinas".

Desde el mediodía en los alrededores de la Plaza comenzó el despliegue de banderas y afiches de partidos políticos y de organizaciones de derechos humanos, que continuó con el colorido aportado por las distintas agrupaciones que se acercaban al acto desde distintas columnas.

La plaza recibía a la militancia y las familias con un escenario decorado en sus laterales con banners con la consigna de la jornada "Por una Justicia Democrática ¡Basta de Corporación Judicial!" y en la parte superior con otro cartel con la leyenda "30.000 compañeros desparecidos presentes ahora y siempre".

Pasadas las 15.30 comenzaron a llegar por avenida de Mayo las columnas más nutridas para ocupar la Plaza, en principio con La Cámpora y enseguida las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, para luego sumarse distintas y numerosas agrupaciones que también integran el espacio Unidos y Organizados.

En tanto, sobre la plaza y en los edificios de los alrededores se desplegaron banderas de la Corriente Peronista Federal, el Frente Transversal, Kolina, la Organización Corriente Peronista Descamisados y Segundo Centenario.

Asimismo, la organización La Poderosa colocó una importante cantidad de afiches, banderas y globos en las bocas de subte de los alrededores de la plaza, en la avenida de Mayo y frente a la
Catedral.

La presencia de los jóvenes y la importancia de la movilización también fueron los hechos más destacados por los funcionarios que acompañaron la conmemoración, entre ellos el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.

Por su parte el ex juez español y actual asesor de la Corte de La Haya, Baltasar Garzón, subrayó la "importante concentración de jóvenes, víctimas del terrorismo de Estado y el pueblo", destacando que esa "es la garantía de que en Argentina se acabó la impunidad". Y agregó que "es por demás importante esta concentración de jóvenes, víctima del Terrorismo de Estado y pueblo argentino, que deja en claro que había una necesidad de democracia".

Entre el público los afiches mostraban diversas leyendas, tales como "Basta de Corporaciones judiciales" junto a imágenes de genocidas como Jorge Rafael Videla y Emilio Massera y logos de empresas como Loma Negra, Ledesma y Techint, entre otras.

Las Madres, como es habitual, aportaron a la movilización una extensa bandera con el retrato de los desaparecidos durante la última dictadura, en una conmovedora escena que fue acompañada por niños y familias que se suman para portar el lienzo color azul.

Organizaciones estudiantiles, sindicales y de docentes también participaron masivamente de la marcha, que también contó con la presencia del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, los diputados nacionales Andrés Larroque, Roberto Feletti y Horacio Pietragalla; y el legislador porteño Juan Cabandié, entre otros.

Tras la lectura del documento, las distintas organizaciones y las familias que colmaron la plaza iniciaron la desconcentración, cerrando una nueva jornada de Memoria, pero sobre todo de nuevas
generaciones.