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Detuvieron a dos jóvenes por el crimen del jubilado que fue asesinado de un tiro en la cabeza

Los sospechosos tienen 19 y 22 años y fueron detenidos luego de un trabajo de seguimiento por el municipio de La Matanza. Las detenciones se dieron a una semana del brutal homicidio que ocurrió en las horas previas al balotaje del pasado domingo.


Dos jóvenes fueron detenidos por el crimen de Rafael Pardo, el jubilado de 83 años que fue asesinado de un disparo en la cabeza el pasado 18 de noviembre cuando cuatro delincuentes intentaron robarle el auto en la localidad bonaerense de Ramos Mejía.

Los acusados tienen 19 y 22 años, y fueron detenidos luego de un trabajo de seguimiento por distintas localidades del municipio de La Matanza. Las detenciones se dieron a una semana del brutal homicidio, que conmocionó a la sociedad en las horas previas al balotaje presidencial.

La primera de las detenciones se dio el jueves pasado, cuando los policías lograron detener a un joven de 19 años que habría sido identificado como uno de los cuatro delincuentes que intentaron robarle el auto a Rafael Pardo aquel sábado por la tarde.

Luego de detener al primer sospechoso, los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza identificaron a otro de los presuntos asesinos a partir del análisis de las cámaras de seguridad, de las comunicaciones y de la geolocalización de los teléfonos celulares.


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Los policías establecieron que el segundo integrante de la banda se escondía en la casa de su mamá de la localidad bonaerense de Villa Luzuriaga, por lo que se desplegó un operativo de vigilancia sobre sus movimientos.

El seguimiento se extendió hasta este sábado, donde pudieron observarlo cuando salía de la misma casa junto a su padre a bordo de un auto Chevrolet Corsa. En ese momento comenzaron a seguirlo.

El fiscal Claudio Fornaro, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, autorizó a los policías a detenerlo tras varios minutos de seguimiento. El joven de 22 años finalmente fue detenido en la esquina de Doctor Enrique Eizaguirre y Mariano Santa María, partido bonaerense de San Justo.

Luego de la detención se allanó la casa en la que se ocultaba el delincuente y se secuestró la moto Yamaha Fazer identificada en las cámaras de seguridad como una de las dos que se usaron en el intento de robo y posterior crimen de Rafael Pardo.

Los agentes también descubrieron que a la moto le habían incorporado diversas autopartes para alterarla y que no sea reconocida. Además, incautaron 66 proyectiles de calibre 9 milímetros que estaban intactos.



Las pesquisas finalmente confirmaron que el joven detenido el sábado a última hora era uno de los conductores de las dos motos que abordaron y asesinaron a Rafael Pardo el pasado sábado 18 de noviembre.

Con estas dos detenciones, la policía considera que ya pudo dar con la mitad de la banda que participó del crimen del jubilado de 83 años. Mientras tanto, los otros dos sospechosos continúan prófugos.

Cómo fue el crimen del jubilado de 83 años

Rafael Indalecio Pardo había ido a una farmacia a comprar sus medicamentos. Cuando salió del comercio se subió a su auto Peugeot 208 de color blanco con el objetivo de llegar a su casa. Era sábado por la tarde, previo al balotaje presidencial del domingo pasado.

Cuando entró al auto, dos motos se le cruzaron a toda velocidad. A bordo iban cuatro delincuentes. Dos de ellos estaban armados y amenazaron al jubilado con matarlo si no entregaba las llaves. Y así fue.

Testigos afirman que el hombre intentó resistirse y que uno de los motochorros le pegó un tiro que impactó en el costado izquierdo de la cabeza, por encima de la oreja. Después del ataque a balazos, todos los asaltantes huyeron del lugar sin concretar el robo.

Pardo quedó recostado sobre el asiento del vehículo, gravemente herido y bañado de sangre. Fueron los vecinos de la zona quienes llamaron al 911. Minutos después llegó una ambulancia, pero los paramédicos nada pudieron hacer para salvarle la vida, ya que la víctima no tenía signos vitales.

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