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De la farándula a los santos

Marcela Tauro, panelista de Intrusos, se animó a hablar de su costado menos pensado: su pasión por las vírgenes y los santos y asegura que este año hará un programa de curas sanadores.

¿Quién hubiera imaginado que Marcela Tauro, panelista de Intrusos, fuera una apasionada por los santos y las vírgenes?

Así es, la periodista es tan religiosa, que cuenta que hasta planea hacer un programa sobre curas sanadores.

"Estoy preparando un programa, pero no tiene nada que ver con espectáculos", expresó Tauro, quien dice que su idea es dar rienda suelta en televisión a su costado más desconocido.

"Soy muy creyente. Y no es que quiera alejarme de la farándula, nada que ver. Pero quiero hacer paralelamente otras cosas. Me apasionan los santos y las vírgenes. Y hace bastante tiempo me vienen ofreciendo hacer un programa de curas sanadores, así que este año lo quiero concretar", dice Tauro quien cuenta que tan creyente que"en la radio, por ejemplo, siempre hablo de ese tipo de cosas. Relato experiencias mías, cosas que me pasaron. Y la respuesta de la gente es muy buena. Me creen lo que les digo y eso está buenísimo".

Afirma que "no sé si la gente me pido consejos, pero a veces, después del programa que tengo con Marcelo Polino, viene gente a la puerta a preguntarme algunas cosas. Les sorprende ese costado mío. Igual, los que me conocen, saben que siempre fui a la iglesia".

Respecto a qué dicen sus amigos al respecto, Tauro expresa que "a Daniel Rinaldi siempre lo quise llevar a lo del Padre Ignacio en Rosario. A Daniel Ambrosino también. Sin ir más lejos, hace unas semanas lo llevé a Ambrosino a misa". Además afirma que es la guía espiritual del panelista y que "el otro día en un corte en Intrusos, le propuse (a Ambrosino) ir a la Basílica de Luján. Jorge Rial escuchó y dijo que quería acompañarnos. "Tengo que cumplir una promesa", explicó. Nos re sorprendió".

Por último, cuando se le preguntó si Luis Ventura también iría, Tauro se rió y dijo que "no, él no. Pero una vez fue a Rosario a hacer teatro y le pedí si me podía traer agua bendita. Cuando volvió me dijo "sos rara, eh. Sos la única persona que me hizo traer tres bidones de agua bendita desde otra provincia".