Daniel Cameron, los cortes de luz y la década ganada

Es complicado ser de los pocos que tienen luz. Estar en tu casa tranquilo, y tener que salir y ver a cientos de personas protestando por servicios básicos e imprescindibles, como la luz y el agua.

Aunque a uno no le tocó vivirlo en carne propia (en esta oportunidad), siempre hay que ponerse en el papel del otro, en su situación. En la desesperación de perder la comida, tener parientes grandes de edad con problemas de salud, o no poder bañarte en tu casa, como Dios manda.

Varios nos plegamos en las protestas, en las manifestaciones y en el repudio para aquellos que no hacen lo que deben. Varios nos sumamos, pero no todos. Por ejemplo, no se lo vio al secretario de Energía, Daniel Cameron, con la cacerola en la calle quejándose con la multitud.

Lógico, entre otros, él mismo es el destinatario de ese enojo. Entonces, ignorante, uno piensa que está trabajando 24 por 7 para solucionar este problema que parece no tener fin, y que se agranda hora tras hora.

Pero no. Cameron apareció en fotos y videos jugando al golf, una actividad recreativa que puede llevar a cabo 11 meses al año, pero no mientras la gente se descompone protestando en la calle por el calor y la falta de luz.

Por lo menos a él se lo vio. ¿Y Cristina Kirchner? ¿Y Amado Boudou? "Quieren instalar que hay un Estado ausente, pero es falso", comentó hace unos días Julio de Vido, ministro de Planificación. Tiene razón, el Estado está, en las calles, en la bronca del pueblo.

Por eso, es obligación en 2015 votar y elegir bien a quienes tendrán que llevar adelante este país para, ya que se perdió esta década, por lo menos ganar la que viene.