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¿Cuánto pagan de IVA los países latinoamericanos respecto del resto del mundo?

El porcentual en Argentina parece bastante elevado, sin embargo no se acerca a los límites máximos que pagan otros países. Enterate cuáles.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto tan internalizado en la compra diaria de productos y servicios que muchas veces los usuarios se olvidan que el 21 por ciento de lo que están pagando corresponde en realidad a un "extra" y no al valor del producto en sí.

Cada tanto, el IVA vuelve a estar en el centro de la tormenta y este es uno de esos momentos, ya que la crisis griega llevó a que el fisco aumente un diez por ciento repentino (de un 13 a un 23) en dicho tributo. Sin embargo, ese número que suena desmedido, no se aleja mucho del que manejan algunos países latinoamericanos.

Según datos brindados por Baker & Mckenzie, la tasa promedio de IVA ronda el 15 por ciento y la de América Latina el 9. El punto a considerar es que los casos particulares se alejan mucho de esa media tan baja: Argentina, por ejemplo, tiene un impuesto del 21 por ciento, mientras que Uruguay tiene uno del 22, índices muy similares a los que maneja la Unión Europea. La contracara serían Paraguay y Panamá, que pagan un 10 y un 7 por ciento, respectivamente.

El listado, en orden decreciente, de lo que paga cada país:

Uruguay 22%

Argentina 21%

Chile 19%

Perú - República Dominicana 18%

Brasil 17%

México - Colombia 16%

Honduras - Nicaragua 15%

Bolivia - Costa Rica - El Salvador 13%

Ecuador - Guatemala - Venezuela 12%

Puerto Rico 11,5% (lo implementará en 2016)

Paraguay 10%

Panamá 7%

Otro punto a tener en cuenta para comparar los índices de IVA que se pagan en el mundo son los productos y servicios a los que afecta, ya que no en todos lados el impuesto recae sobre todas las transacciones comerciales. En Argentina, por ejemplo, hasta hace poco había determinados servicios que estaban "beneficiados" y recaudaban un porcentaje mucho menor de IVA; lo mismo ocurría en Uruguay con la carne.

Según analistas especializados, la tendencia de aumentar y emparejar el IVA está directamente asociada a que es uno de los impuestos más fáciles de recaudar, dado que es parte intermediante y necesaria en cualquier compra de la vida diaria de los consumidores. La contracara perjudicial es que afecta a todos los sectores sociales por igual, lo que lo transforma en un impuesto "regresivo".