DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Cuadernos K: La ex del chofer Oscar Centeno declaró que Roberto Baratta le compró un departamento para callarla

Hilda Horovitz le dijo a la Justicia que Roberto Baratta le pagó una vivienda para que no contara lo que sabía sobre los viajes de Oscar Centeno.

Oscar Centeno, el remisero de los bolsos con dinero K, nació en Jujuy. Tiene sesenta y tres años. Quince hijos. Diecinueve nietos. Y una manía, tal vez producto de decenas de años de formación en el Ejército, servicio de Arsenales: anota todo lo que le interesa con detalle y obsesión. Llegó a ser suboficial. Le dieron la baja por un incidente indisciplinario. Tuvo varias parejas en su vida.

Diferentes fuentes que trataron en los últimos días no supieron especificar cuántas. Pero su última ex mujer, Hilda Horovitz, es la clave que confirma el nexo de trabajo, amistad y hasta financiero de Centeno con el secretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación Federal K, Roberto Baratta.

Horovitz declaró ante la Justicia, bajo juramento, cómo era la relación que Centeno tenía con su jefe, que lo había contratado como chofer y le dio hasta un cargo en el Estado Nacional K en un organismo que dependía de la secretaría de Energía.

Horovitz no solo alertó a los investigadores sobre los trabajos como remisero de su ex, buscando y llevando bolsos con millones de dólares que eran posibles coimas que les pagaban empresarios al Gobierno de los Kirchner. También explicitó que Baratta estaba nervioso por lo que su ex marido conocía del submundo de esos viajes, y hasta de la intimidad del Ministerio de Planificación, de la Casa Rosada y la Quinta de Olivos. Primero, ratificó que Centeno le había contado de sus célebres cuadernos.

Pero otra parte de su relato judicializado es ahora quizás la más sustancial para los investigadores.

Horovitz aseguró en Tribunales que el ex funcionario, para mantener la armonía y tal vez el silencio de esa pareja que podía complicarlo en la Justicia, tuvo un gesto de generosidad con ella: le compró un departamento para mejorar su situación económica.

Horovitz había roto su relación con Centeno y era una bomba a punto de estallar. Estalló.

Según fuentes que conocen la trastienda de la investigación de la causa "cuadernos", parte de sus dichos están acreditados por varias pruebas documentales.

Horovitz es desde siempre y ahora aún más una testigo clave de la causa de los "cuadernos".

¿Por qué Baratta se ocupó de mantenerla en calma intentandola hacerla callar con la compra de un departamento y además dándole un sueldo como empleada estatal?

Esos enigmas complican la situación procesal del ex funcionario, quien de nuevo volvió a prisión desde que Centeno entró en el radar del fiscal Carlos Stornelli y el juez Bonadio.

Paradojas de la vida: Baratta, el hombre que manejó la relación del ministerio de Julio De Vido con el empresariado había trabajado de taxista hasta el año 2001, cuando conoció por azar a Néstor Kirchner.

Ambos compartían, entonces, la experiencia de haberse ganado la vida siendo conductor de autos pagados por otros.