DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Cristina Kirchner vuelve pero condicionada por los viejos kirchneristas

"Tiene que repartir el poder y las decisiones", dice un viejo amigo de Néstor. ¿Qué significado tienen esas palabras? Leé y enterate.

Fue hace casi un año. Varios miembros de la llamada "mesa chica" que tenía Néstor Kirchner (hombres que se conocen desde la infancia o adolescencia)  se sentaron en una reunión tensa con Cristina y le dijeron con crudeza algo así cómo: "El proyecto que nos presentó Lupo (así lo siguen llamando a Néstor sus amigos de antaño) no tiene nada que ver con estos chicos de La Cámpora ni con otras decisiones que se toman en el gobierno".

Son hombres que trabajaron con el ex Presidente en Santa Cruz y después en Buenos Aires, si tenían que irse de al lado de Cristina estaban dispuestos a hacerlo.

¿Qué fue lo que más le molestaba a esta gente? Algunos funcionarios tomando decisiones que para ellos tergiversaba la idea de Néstor y además resultaba -y lo siguen siendo-,  públicamente irritativos. Y en el caso puntual de Guillermo Moreno, inútiles de alta gama.

Le reconocen a Moreno ser un adicto al trabajo, pasa en su despacho casi 15 horas al día (¿escucháste Boudou? 15 horas por día), pero el resultado de su gestión está a la vista. Inflación descontrolada, falta de divisas por el cepo cambiario y todo lo que cualquiera de nosotros vé y sufre cada día.

Como el Secretario de Comercio toma decisiones por cuenta propia, sin consultar a nadie y después le explica a Cristina el porqué de esas decisiones absurdas,  es mentira que Moreno sólo cumple indicaciones de Casa de Gobierno como afirman los aplaudidores oficiales.

El propio Boudou,  sumado a personajes como Mariano Recalde, Lorenzino y Kiciloff son parte del listado de personajes que los viejos amigos de Néstor no toleran que sigan en el poder.

Al "chino" Zanninni  (a quien Florencia Kirchner lo tiene entre ceja y ceja pues lo señala como el responsable de que su madre haya estado al borde de la muerte cuando en la Favaloro le pidieron que se quede 48 horas en observación y el "chino"  prefirió que la cuiden en Olivos) tampoco lo tienen en buena estima.

"No le hace bien al proyecto que pensó Néstor que haya un monje negro en el gabinete, el único monje negro fue Lupo y podría llegar a ser Cristina, nadie más",  fue la expresión que nos dijo este referente que estuvo al lado del ex presidente fallecido.

Aunque no se note en superficie y aún muchos funcionarios nunca se dieron cuenta, un hombre que tuvo y tendrá más que ver con el manejo de la economía nacional es el mexicano Carlos Slim. Es el hombre más rico del mundo.  Era contador de cárteles mexicanos de la droga cuando hace un par de décadas estalló en México lo que se llamó la crisis Tequila. Una hecatombe económica que llevó a ese país al borde de la ruina. Slim le propuso a sus jefes de entonces que blanquearan cientos de miles de millones de dólares producto del narcotráfico para salvar a México, el gobierno de entonces aceptó el ingreso oficial de ese dinero sucio y pasó la crisis.

La mano derecha del Slim actual es Juan Manuel Abal Medina, el ex delegado de Perón en los 70  y padre del actual funcionario (el pibe no heredó las neuronas del padre), y si mantiene su cargo en el gobierno es nada más que para no irritar a Slim si tienen que removerlo, nunca por mérito propio que es difícil reconocerle.

Cristina está ya retornando pero obvio después de lo que le ocurrió su regreso será a media máquina.

Esos viejos kirchneristas de Néstor le piden que delegue el poder y no tome por su cuenta o sugerencia de algún monje negro ciertas decisiones.

Por caso, el poder en la Provincia de Buenos Aires le corresponde a los intendentes de cada distrito elegidos por el voto popular, y no quieren más apretadas contra Scioli.

Y piden cambios urgentes (quizás sean durante el verano) de esos personajes que irritan tanto a la población.

Nos dicen además que antes de su problema de salud, Cristina les había manifestado su deseo de ser nombrada jueza en Santa Cruz, aunque su experiencia es casi nula en materia de ejercer el derecho, a tal punto que nunca estuvo matriculado en el Colegio Público de Abogados de ningún distrito de la Argentina. Sólo trabajó al lado de su marido en el estudio jurídico cuando se mudó al sur.

Habrá que ver cómo se lo plantean a la Presidente en su regreso, pero tienen el as en la manga del slogan de Perón: La única verdad es la realidad.

Y la realidad está en el resultado de las elecciones. Aunque quieran sonreír frente a las cámaras de TV, saben que el fracaso es inevitable si siguen el rumbo de colisión que tuvo a Insaurralde como mascarón de proa, pero los padres de la derrota siguen estando dentro del gobierno y en personajes como Cabandié.

Lo que asombra hablando con estos viejos lobos de mar, es que no le temen a Sergio Massa, suponen que no llegará muy lejos aunque todos estén sacando pasajes a Tigre y ya se sabe que en el peronismo la traición es parte del ADN y hasta del protocolo.

Habrá que ver la respuesta de Cristina cuando el planteo se haga realidad. Hace un año esta gente le pidió cambios urgentes, Cristina le pidió que aguantaran unos meses pero para ellos los incorregibles son los que llevan el Titanic a estrellarse contra el iceberg.


Otro proverbio del peronismo es más elocuente, dice así: "Puedo acompañarte hasta el cementerio, pero no me pidas que entre en la tumba con vos". Como diría un español: Fin de la cita.