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Cristina Fernández habría estado ayer en el FLENI

El operativo secreto que armó Presidencia de la Nación para llevarla antes de tiempo a hacerle los exámenes.

La recuperación de Cristina Fernández no es tan sencilla como la pintan públicamente algunos colaboradores que hablan de más, o quieren ser más papistas que la papisa.

Los análisis que debían hacerse a finales de octubre o principios de noviembre en el sanatorio FLENI, se hicieron horas atrás y el problema que se planteaba era cómo llevar a Cristina Fernández hasta la clínica FLENI en el barrio de Belgrano, cuando el riesgo de una frenada brusca o un volantazo o las peripecias de cualquier viaje en auto estaban siempre latentes.

Cómo la posibilidad de subirla a un helicóptero estaba descartada, se hizo un operativo que ahora se puede relatar en exclusividad para nuestros lectores.

Para no correr ninguna eventualidad, la custodia Presidencial junto con la Policía de la Provincia de Buenos Aires y la Federal, cortaron el trayecto de la Avenida Libertador desde la Residencia de Olivos hasta la sede de la FLENI en Belgrano. Una vez despejado el tránsito (por eso los embotellamientos de horas atrás y el corte que nadie supo su origen) la custodia y el auto donde viajaban Cristina salieron de la Quinta Presidencial y marchó casi a paso de hombre para evitar cualquier percance o movimiento brusco que pudiera impactar en la salud de la Presidente.

 

Así fue la ida y el regreso que provocó un día de furia por los percances del tránsito cerrado. Quizás si se hubiera informado el motivo del corte de la circulación vehicular por la Libertador la gente hubiera comprendido mejor los motivos del colapso del tránsito.

Como viene ocurriendo desde un comienzo, la comunicación sobre la salud de la Presidente volvió a mostrar incoherencias y falta de objetividad.

 

Florencia Kirchner se ocupa de otras cuestiones, incluso de filtrar que nadie ajeno a la familia llegue hasta la intimidad de la Jefe de Estado, pero la joven no está en ese asunto de la comunicación y el mismo gobierno parece desbarrancado y sin rumbo cuando falta Cristina.  Si la jefa de Estado supiera que un mega operativo antidrogas anunciado con bombos y platillos por Sergio Berni involucra a una familia cuyos miembros formaron parte de la SEDRONAR (Secretaría antidrogas), de Ceremonial y Protocolo de Presidencia de la Nación, de la delegación Rosario y Misiones del PAMI y hasta de la ex privada de Néstor Kirchner en Santa Cruz, difícilmente le haría bien a su salud.

Alguien le tuvo que soplar a Berni que bajara la tensión del anuncio, porque esa familia que no eran ni los Ingalls ni los Argento,  hasta tenían como proveedor de precursores químicos a un ex miembro de la SEDRONAR durante la gestión del "Bochi" Graneros que les proveía acetona (vital para la elaboración de cocaína) como quien vende agua mineral.

Hasta mienten cuando dicen que Cristina se la pasa mirando películas. No es cierto, por recomendación médica le está vedado fijar los ojos en la pantalla. Ni mira pelis ni noticieros.

Su rutina es mucha radio a la mañana, escucha el programa de Chiche Gelblung y después de a ratos a Jorge Lanata y Jorge Rial. Lee los diarios aunque también le recomendaron no hacerlo para evitar el estrés de las malas noticias, y algún parte escueto de resumen de actividades que elabora la SIDE diariamente.

El resto del día es reposo y lectura de libros.

Eso sí, dicen sus allegados que Cristina tiene un humor de perros, quizás producto de la medicación y el estado por el que pasó.

Su evolución es favorable, pero lenta. Para hacerle el drenaje hubo que abrirle 5 centímetros en la corteza cerebral, y la cicatrización tarda bastante como para moverla más de lo necesario.

También esa pasividad incide en su carácter y muchos años de tabaquismo hicieron su estrago en la salud de la Presidente.

Pero como hablar es gratis ocurre que cualquier funcionario con tal de dar noticias y salir en los diarios declara un optimismo que es más una expresión de deseos que información objetiva.

Hasta aquí lo que supimos del asunto en exclusiva para los lectores de Diario Veloz.