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Cristina en la ejecución y Moyano en la oposición

Por Rosendo Fraga. Las definiciones públicas de la Presidenta van explicitando día a día la línea política del gobierno, mientras que la incertidumbre sobre los cambios en el gabinete frena a los ministros.

Mientras los miembros del Gabinete parecen haberse replegado a la espera de las decisiones sobre cambios, la Presidenta asumió un rol directo en el conflicto con los gremios. A raíz del trabajo a reglamento de los controladores aéreos, pidió a los gremios que no boicoteen al país, a la vez que adoptó una dureza inédita para un gobierno de origen peronista al pedir a la Justicia que quite al gremio su personería gremial y mediante un decreto retornó al control militar a los trabajadores en conflicto. Pero también asumió una posición muy clara al convocar a defender el modelo con uñas y dientes, diciendo que empresarios que ganan formidables sumas de dinero y no las invierten en el país y las llevan afuera.

En este marco, la acción del secretario de Comercio (Moreno) domina cada vez más la política económica (al control de los precios y el comercio exterior, ahora suma el del dólar y la tasa de interés), y la baja de subsidios -si bien marca una dirección elogiada por el empresariado- hasta ahora alcanza al 6% del monto total (una cifra menor que el incremento de los subsidios de los últimos treinta días).

Al mismo tiempo, las diferencias políticas dentro del oficialismo se pusieron en evidencia con motivo de la conmemoración del Día del Militante, el 17 de noviembre. Scioli como presidente del PJ reunió su Consejo Nacional integrado por los gobernadores y otros dirigentes en Río Gallegos para homenajear a Kirchner en su mausoleo y ofreció a la Presidenta que asuma la presidencia del partido. Al mismo tiempo, La Cámpora realizaba un acto en la ciudad de Buenos Aires en el micro-estadio de Ferro, con algunos cientos de militantes juveniles coreando la consigna la vida por Cristina.

El gobernador de Buenos Aires ha tenido que aceptar que legisladores cristinistas ocupen las vicepresidencias de las dos cámaras de la Legislatura bonaerense y también ha cedido posiciones en áreas del gabinete. Pero el conflicto más importante que existe dentro del oficialismo se da con el sindicalismo. Aerolíneas Argentinas -la polémica primera gestión de La Cámpora- enfrenta a la Casa Rosada, que los apoya, y a la CGT liderada por Moyano, que respalda a los gremios en conflicto. El sindicalismo va cerrando filas para enfrentar la ofensiva del gobierno, creando un espacio común entre Moyano y los dirigentes que apoyaron a Duhalde (Venegas y Barrionuevo).

Mientras tanto la oposición sigue sin articularse y en dispersión. La Convención Nacional de la UCR no logró avanzar hacia la unidad sino, por el contrario, profundizó el conflicto interno, dejando al partido al borde de la acefalía. Pese a ello, un radical logró ganar la elección municipal en la capital de Jujuy. El peronismo disidente se sigue achicando y en alguna medida diluyendo, aunque Duhalde intenta mantener un núcleo duro de oposición. La Coalición Cívica eligió a Adrián Pérez como reemplazante de Carrió, pero ello no ha resuelto el conflicto abierto con Patricia Bullrich. El PRO mantiene una actitud dialoguista con el gobierno nacional y el apoyo al voto en favor de candidatos del oficialismo a jueces federales en el Consejo de la Magistratura ha diluido su perfil opositor. En el Frente Amplio Progresista se ha consolidado la figura de Binner, quien expresa dudas sobre el futuro económico. Pese a esta dispersión, el oficialismo ha decidido postergar para cuando asuman los nuevos legisladores tanto el tratamiento del Presupuesto 2012 como proyectos que considera prioritarios, como es el caso de la ley de tierras.

El 30 de noviembre se eligen las nuevas autoridades de Diputados y el 6 de diciembre del Senado, y en ambos casos Cristina decide sin adelantar sus intenciones al respecto. En este marco, el sindicalismo va quedando como la única oposición relativamente activa y por esta razón desde la Casa Rosada se impulsará el relevo de Moyano como vicepresidente del PJ nacional y presidente del bonaerense.

Finalmente, en política exterior el acercamiento con EE.UU. muestra límites y el tema Irán surge como relevante en la relación bilateral. En los últimos días Obama instó a la Argentina a que pague sus deudas, como lo confirmó la nueva subsecretaria adjunta para América Latina (Jacobson), quien agregó que se analiza aplicar sanciones comerciales; voceros de una empresa estadounidense en litigio con la Argentina (Azurix) dijeron que serán aplicadas; un influyente senador republicano (Lugar) se sumó a la presión -en gran parte impulsada por bonistas- para que la Argentina pague sus deudas y sea un país serio; otro senador republicano (Rubio) presentó un proyecto para trabar créditos a la Argentina en organismos internacionales, el que ya fue aprobado en la Cámara de Representantes.

Al mismo tiempo, visitaron la Argentina el viceprimer ministro israelí -a cargo de los ministerios de Inteligencia y Energía Atómica- y el funcionario del Departamento de Estado a cargo del tema nuclear, buscando que la Argentina apoye las sanciones contra Irán en la UN. En cuanto al ámbito regional, el viernes se reúnen en Buenos Aires los ministros de Economía y Finanzas de Unasur y el 1 de diciembre la Presidente estará en Caracas en la Cumbre de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac), oportunidades ambas en las cuales el gobierno buscará insistir en su modelo en base a la experiencia argentina para enfrentar la crisis global.

En conclusión: la Presidenta no sólo concentra todas las decisiones, sino que asume un rol directo en la ejecución de las políticas, como lo muestran sus expresiones respecto del sindicalismo y el empresariado. En el oficialismo, el sindicalismo y La Cámpora se enfrentan por Aerolíneas, al mismo tiempo que Moyano se perfila como el opositor más relevante y busca acercarse a sus adversarios en los sindicatos. La oposición aparece dividida y desarticulada, lo que potencia la significación política de las diferencias internas dentro del gobierno y el rol de Moyano como opositor; por último. En la política exterior se evidencian los límites que tiene el acercamiento a EE.UU. e Irán juega un rol importante en la relación bilateral entre Buenos Aires y Washington.