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Continúa el juicio de "Jano" Fernández

Trece testigos declararán en el juicio oral a tres jóvenes acusados de haber matado a pedradas, patadas y golpes con un bate de béisbol a Matías Fernández a la salida de un boliche.

El juicio oral a tres jóvenes acusados de haber matado a pedradas, patadas y golpes con un bate de béisbol a Matías "Jano" Fernández, a la salida de un boliche del barrio porteño de Balvanera en marzo de 2011, continuará hoy con la declaración de 13 testigos.

Fuentes judiciales informaron a Télam que testificarán los efectivos policiales que fueron alertados del crimen por el que están siendo juzgados Leonel Bufanio (24), Hernán Mendieta (25) y Néstor Horisberger (25) ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 13 porteño.

La audiencia comenzará a las 9.30 en el cuarto piso del edificio de Tribunales, ubicado en Lavalle 1171, donde también darán su testimonio familiares de Horisberger.

En la última audiencia declararon los compañeros de trabajo de los imputados, entre ellos Pedro Avila, quien recordó que al día siguiente del hecho Bufanio se presentó a trabajar con "mucho olor a alcohol" y le contó que al salir del boliche "Fantástico" la noche anterior "había matado a un guacho", por lo que contradijo su versión.

Es que durante su declaración indagatoria de la primera audiencia del juicio, Bufanio dijo que se había enterado de la muerte de "Jano" "por la televisión" y que en su trabajo no había comentado nada de lo sucedido a sus compañeros. "Me dijo `bardeé, maté a un guacho´", explicó Avila y aclaró que tanto él como sus compañeros no le creyeron, porque pensaron que se trataba de una "excusa" para ausentarse del trabajo temprano.

En el mismo sentido declararon Hernán Molina y David Sanita, el último de los cuales dijo que "apenas (Bufanio) llegó al supermercado lo divulgó por todos lados".

Los testigos relataron que finalmente ese día el acusado se retiró temprano del trabajo y regresó por la noche para llevarlos en su auto a la localidad bonaerense de Don Torcuato, donde viven.

Según relató Sanita a los jueces Enrique Gamboa, Diego Guardia y Adolfo Calvete, durante ese trayecto Bufanio reiteró que había matado a "un guacho", y decía que estaba preocupado aunque el testigo dijo que no creyó en su historia, que "hacía teatro, lloriqueaba sin lágrimas".
Al llegar a Don Torcuato, según la declaración de Sanita, Bufanio sacó de un bolso del baúl de su Fiat Siena gris el bate de béisbol con el que presuntamente mató a "Jano" Fernández y le dijo que se lo "regalaba" para sus hijos.

Minutos después, cuando sus pequeños hijos comenzaron a pelear por el bate, Sanita lo arrojó a un terreno "descampado" enfrente de su casa.

Los tres testigos coincidieron en que cuando, al día siguiente, los medios periodísticos difundieron imágenes del Siena captado por cámaras de seguridad en la escena del crimen decidieron ir a denunciar lo que sabían a una comisaría e informaron de la ubicación del bate de béisbol.

Sanita recordó que Bufanio, a quien apodaban "Loquillo", "siempre se llevaba mal con los jefes", "era rebelde" y "violento" y que incluso una semana antes le había mostrado el bate de béisbol y le dijo: "Con esto le voy a romper la cabeza a alguien".

Además, el testigo declaró que recibió un mensaje de texto de Bufanio antes de realizar la denuncia en el que le pedía que "nadie diga nada" porque quería "ver crecer" a su hijo.

Con respecto a Mendieta y Horisberger, los testigos manifestaron que Bufanio les relató que habían estado con él durante el hecho, aunque no les especificó qué hizo cada uno de ellos.
El crimen de Fernández se cometió el 6 de marzo de 2011 cerca de las 6 de la mañana, en la esquina de Sánchez de Loria y Don Bosco, de Balvanera, a una cuadra del boliche "Fantástico", donde la víctima había ido a festejar su cumpleaños con amigos.

Según se dio por acreditado en la etapa de instrucción, el muchacho se retiró de la discoteca y como había discutido con uno de sus amigos se alejó unos metros de su grupo.

Fernández iba caminando y en ese momento los tres ocupantes del vehículo se bajaron y al menos dos comenzaron a golpearlo.