DOLAR
OFICIAL $816.08
COMPRA
$875.65
VENTA
BLUE $1.18
COMPRA
$1.20
VENTA

Cómo ser un “buen amigo” y no morir en el intento

Te damos diez claves para evitar caer en aquellas atrocidades que te convierten en un ser despreciable y te ayudan a convertirte en un amigo ejemplar.

Te damos diez claves para evitar caer en aquellas atrocidades que te convierten en un ser despreciable y te ayudan a convertirte en un amigo ejemplar.

Una de las principales razones por las que se creó un día para conmemorar a los amigos es, sin duda, el no olvidarse de serlo. Un pequeño recordatorio de lo valioso que resulta la amistad y el agradecimiento y los regalos que el buen comportamiento te otorga a modo de recompensa hacen que valga la pena tener en cuenta estas diez pautas a seguir.

Primordialmente y como regla general, un buen camarada es aquel que jamás y bajo ningún concepto se fija en la hermana de un amigo. Esta regla, en principio, parece sencilla de cumplir, sin embargo no siempre lo es. Convengamos que hay hermanas y “hermanaaaas” (léanse las “a” de más transcriptas en la palabra anterior no cómo un error sino como una muestra de la típica expresión de “baboso” ó de “te parto” que brota de algunos individuos al conocer a un familiar con determinadas cualidades físicas “llamativas” para su entorno).

La hermana de un amigo debe de mirarse como a una escoba, una estatua, un poste de luz, o, como habitualmente se recomienda “como a un amigo más”. Si bien esto puede resultar de cierta complejidad e incluso, bastante complicado; de este desafío deviene la importancia que se le da a este asunto.

Una pauta vital es también la sinceridad a cualquier costo. Esto no quiere decir emitir opiniones, juicios y valores de manera abrupta, sin medir consecuencias ó siendo hiriente sin razón aparente. No obstante, significa decir aquellas verdades que otros callan por vergüenza ajena o cualquier otro motivo sin contemplar que está en riesgo la reputación de un par.

 En este caso, podemos citar de ejemplo el decir siempre y en cualquier caso cuando un amigo está a punto de “levantarse un bagre” ó cuando tiene mal aliento ó alguna prenda le queda realmente espantosa. Asimismo, una de las leyes fundamentales es facilitar el teléfono de alguna conocida/o, vecina/o, amiga/o y/o primo/a que se considere que está dentro de los parámetros aceptables del grupo.

Jamás esconder, omitir ó modificar un “sos un/a cornudo/a terrible” por algún mediocre y mentiroso “me parece que…”, “yo que vos me fijaría porqué…”. No señor, un amigo cornudo debe serlo, al menos, de manera consciente. Eso sí, en este punto, cabe aclarar, se “banca” al amigo en la decisión posterior que este tome respecto de su pareja. Ayudar a devolver a un amigo en estado de ebriedad es sin lugar a duda una muestra de fidelidad absoluta.

Esa persona que es capaz de colaborar con tu bienestar físico a costa del propio es un amigo con todas las letras. Aquel que no se enoja por que manches su ropa con residuos expulsados al exterior por un consumo excesivo de alcohol; aquel que te deja en la puerta de tu casa a pesar de tener que llevarte al hombro ó aquel que se pierde a la mejor mina por cuidarte toda una noche, es un amigo de verdad. Cubrir hasta la mentira más irrisoria.

 Si un amigo miente y necesita sostenerlo, nosotros debemos apoyarlo “a morir” en esa blasfemia. Aquí sí vale la omisión, puesto que, cuando no se comprende la mentira y se opina al respecto se la puede revelar sin notarlo. Asimismo, para un amigo nunca se nos muere el perro ó la suegra, ni “no nos llegó el mensaje” ó “me quedé sin batería”. Un buen amigo siempre está dispuesto a escuchar y colaborar con su par.

En cuanto a los problemas de amor, los amigos deben ser los psicólogos; tampoco deben reprochar el abandono de su colega por alguna persona del sexo opuesto en determinada ocasión y, por el contrario, se debe aconsejar la higiene y la imagen adecuada para la cita. Y, por último, un amigo está más allá de un llamado, un regalo, la distancia y los malentendidos o diferencias. Un amigo está, aunque la distancia los separe, aunque sus vidas cambien, aunque en sus elecciones disientan. Un amigo se ríe con vos pero nunca se burla de tus problemas o defectos, si no que te ayuda a superarlos.

Un amigo te banca, te quiere, te respeta, te valora, te acompaña pero, cuidado con esto, un amigo también te rompe la paciencia te desestabiliza y te quiebra. Ninguna amistad verdadera es sencillamente hermosa, todos tenemos vicisitudes, sobre todo, en las relaciones verdaderas. Por eso, a mancarse los insultos y, después, estar dispuestos al perdón y al abrazo y en ese abrazo, no dar lugar al reproche y dejar atrás sin rencores las equivocaciones del pasado. Si tenés alguno de estos, de verdad, de los que no siempre te vienen con risas sino que te llenan de mambos, decile felíz día y, si no sos muy “rata” llevale un regalo.