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Celina Rucci, la vedette más rara de la Argentina

La ganadora del Bailando por un Sueño 2007 contó detalles de su vida íntima y aseguró que nunca quiso "llamar la atención por ser linda y tener buen c...".

"Nunca quise llamar la atención por ser linda y por buen c...". Celina Rucci contó detalles de su vida privada y de su profesión en una entrevista íntima con "Chiche" Gelblung, en el programa que conduce, "Chiche en Vivo".

 


La vedette más rara de la Argentina

"Yo no tengo ninguna duda de que soy rara. Sigo una ideología, lo que siento lo hago, eso muchas veces me juega a favor y también me juega en contra", aseguró la modelo, tras la acusación de "Chiche" Gelblung, por no encontrarse dentro de los "parámetros" de una vedette tradicional.

En ese sentido, indicó: "Nunca quise llamar la atención por ser linda y por buen c..., más alla que veas fotos, no tenía necesidad de mostrarlo". Ante la pregunta del periodista sobre cómo llegó a la fama, ella respondió: "¿Querés que esté con un jugador de fútbol? Mi opción fue la tapa de Playboy".

"No tengo grandes ambiciones como para entrar a un ritmo que me ciegue. Con lo que trabajo me alcanza. Económicamente hablando estoy bien, tengo un auto nacional y un PH en Palermo, que es bien de la familia y está a nombre de los chicos", agregó.

Y concluyó: "A mí me parece que mis colegas vedettes hacen un rol muy divertido y cuando hablo no me parecen nada fuera de lo normal".

Farándula y política

"No adhiero a este Gobierno, pero me parece que no estoy en un momento de expresar mis ideas políticas en televisión", indicó. Para la vedette, "a todos los gobiernos les hace falta acercarse más a la gente, por eso reclamo más atención a la educación, yo no hablo de las escuelas, sino estar más cerca".

La ganadora de Bailando por un Sueño 2007 aseguró que "para hundir a un país no hace falta una persona, tienen que ser muchas personas.

Su familia

Rucci creció creyendo que su padre fue una víctima de la última dictadura militar, hasta diciembre de 2006, cuando se enteró que su padre estuvo exiliado en Río de Janeiro por 25 años, y se contactó con él. "Lo habían chupado los militares y pudo escaparse y se fue para allá. Ahora tiene 77 años, sigue bailando tango con la mujer que tiene. La gente le pide fotos, es el último dinosaurio del tango".

Tiene un hijo de 18 años, y otras dos de 14 y 15. Las últimas son chicas tobas que fueron adoptadas hace cuatro años. "Siento la presión de estar criando personas que van a ser el futuro", indicó. "No tenía padre ni madre, estaban con la abuela. Vi en un noticiero a una nena que le pedía a gritos a la sociedad educación y comida. Como nadie respondía, fui yo porque tenía las herramientas".

Actualmente, está en pareja con un asistente de dirección de publicidad y escritor, cinco años más joven que ella.