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Carta de lectores: animales en la sombra

Hoy fuí al Zoológico de Buenos Aires y sentí una repugnancia casi física por haber pagado una entrada y ser parte de un grupo de gente equivocada.

Me pregunto cuáles son los objetivos de un parque zoológico para justificar mi visita y calmar mi conciencia. Los objetivos de investigación, educación y conservación parecen no encajar en el Zoo en cuestión. Me pregunto si existe una intención conservacionista.

El hecho de encontrar un Zoo en el medio de la ciudad es algo que de antemano me hace ruido. De todos modos fui con mis sobrinos porque ese fue su pedido. Los animales exhibidos lejos de un entorno natural, en reproducciones reducidas de sus hábitats sin ser lo suficientemente grandes para permitir el ejercicio de los animales. Una clara falta de disponibilidad espacial para que los animales incluso tengan intimidad. La falta de climatización de cada sector es algo que sentí en mi garganta.

La apariencia física de los animales no es buena. Se los ve atrapados, aburridos y "solos". Un hipopótamo echado en agua estancada, los lobos marinos en un recinto muy pequeño, el oso de anteojos solo, echado bajo un poco de sombra y con una apariencia tan triste... Los camellos con sus jorobas caídas, fofas, cosa que me llamó terriblemente la atención y por eso al llegar a casa busqué información. A diferencia de lo que creía, que utilizan sus jorobas como depósito de agua, las jorobas de los camellos están formadas por grasa. ¿Acaso están caídas por una sub-alimentación?

¿Existe una inspección del parque zoológico que controle las condiciones básicas de sanidad y bienestar de los animales? ¿Las instalaciones son las adecuadas para el albergue y el cuidado de los mismos? ¿Existe algún diseño que favorezca la comodidad de los animales y la facilidad de los visitantes para observarlos?

Sinceramente sin saber demasiado de ecología, medio ambiente y de animales, no ha sido difícil para mí leer la triste expresión de los animales, ni notar que muchos no se mueven con naturalidad. Ver su apariencia física generó lo contrario a una linda sonrisa. Se los ve fatigados, sucios, deshidratados, mal alimentados, en fin: abandonados.

Al ingresar al Reptilario un empleado del zoológico anuncia que no se pueden tomar fotografías con flash, pero una vez adentro la gente desobedece este pedido y no hay ninguna autoridad controlando que se cumpla este requerimiento. De hecho hay carteles que dicen "no tocar ni golpear los vidrios" y muchas personas parecería que leen lo contrario. Aquí una crítica para quienes vamos de visita y no cumplimos con las normas de la casa.

Cuando las cosas pasan llegan a suceder... Con esto quiero decir que si un animal no está cuidado su vida corre riesgo de muerte. Ya sea por falta de alimento, falta de espacio para ejercitarse, falta de intimidad, falta de afecto, falta de estímulos, por excesivos ruidos no naturales para ellos, por falta de agua para beber o refrescarse, por condiciones climáticas desfavorables, etc.

¡Qué falta de humanidad! Mi ilusión es vivir en una sociedad menos salvaje, más consciente, menos bestial y más animal. A veces se nos compara con los animales y realmente es algo injusto para ellos. Nosotros tenemos palabra, deberíamos actuar distinto.

Luciana Arnedo

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