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Carracosa pidió a los jueces "morir en su casa"

El viudo condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, informó que tiene problemas cardiovasculares y sufre una "depresión feroz" por lo que quiere que le concedan una prisión domiciliaria para pasar sus últimos días en su hogar.

El viudo Carlos Carrascosa, condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, ocurrido en 2002, pidió hoy que le concedan una prisión domiciliaria porque quiere "morir" en su casa, informaron fuentes ligadas a la causa.

El imputado, de 68 años, habló durante unas dos horas con los jueces de la sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, ante quienes detalló lo delicado de su estado de salud por problemas cardiovasculares y les manifestó que sufre una "depresión feroz" porque se considera "inocente" y no puede tolerar que no se encuentre al asesino de su esposa.

La Cámara no tiene plazos para resolver, aunque se espera que sea en los próximos días.

Esta mañana, Carrascosa fue conducido desde el penal de Campana, donde está preso desde 2009, a los tribunales de San Isidro, donde fue recibido por los camaristas Oscar Quintana, Ernesto García Maañón y Duilio Cámpora en una audiencia que no tuvo acceso de público.

Acompañado por su abogado, Fernando Díaz Cantón, el viudo "pudo expresarse dentro de sus facultades y transmitirle a los jueces sus angustias y su desesperación por la situación que está atravesando", relató un vocero del encuentro.

"Contó la situación de depresión feroz que sufre y la situación terrible que vive por lo que demoran los tribunales en hacer las cosas y les dijo que no se investiga ni se busca a los autores del crimen de su mujer", agregó.

A lo largo de la audiencia, Carrascosa expresó el "temor" que tiene de morirse en la cárcel y pidió que sea en su casa, que en realidad es una propiedad de su amigo Héctor Liñeiro en el barrio cerrado CUBE, del partido bonaerense de Tigre.

El imputado vivió allí el tiempo que permaneció en libertad después del juicio oral realizado en 2007, ya que no quiso regresar al country Carmel de Pilar, donde fue asesinada María Marta.

El viudo les explicó a los jueces que "por su deterioro físico y de su sistema vascular, cree que se va a terminar muriendo" y que mientras esté en la cárcel ninguna situación

imprevista puede ser resuelta, ya que la unidad 41 no tiene hospital.

"Tiene deterioradas las arterias coronarias, las cerebrales y la carótida. Todo está provocado por un problema psicológico, es psicosomático porque el es inocente y siente que nadie hace nada. Es una bomba de tiempo su salud", dijo a Télam un allegado.

El viernes, Carrascosa envió una carta a Télam en la que manifestó: "Desde hace casi cuatro años estoy preso por un delito que no cometí y estoy sufriendo en mi cuerpo y en mi mente las terribles consecuencias de que se me considere el asesino de mi esposa María Marta, cuando los verdaderos asesinos se ríen de mí, de la justicia y de la gente".

"Van ya diez años y el que está pagando las consecuencias de lo que hicieron otros, como un verdadero chivo expiatorio de la inoperancia del sistema, soy yo", remarcó desde el penal de Campana donde está detenido.

Agregó: "Mientras tanto, a mis 68 años, me voy consumiendo y muriendo paulatinamente en este agujero sin que nadie haga nada por mí. Esa angustia me ha provocado una depresión feroz y un deterioro irreversible del sistema vascular que, sumado a una presión mal controlada, si hubiera una mínima descompensación, podría

provocarme rápidamente la muerte, como coinciden todos los médicos".

María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa de Carmel, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido siempre sostuvo que creyó que se trató de un accidente porque era "muy torpe".

Sin embargo, una autopsia practicada un mes después comprobó que la mujer tenía seis balazos en la cabeza y el viudo se convirtió en el principal sospechoso.

En 2007, el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro lo condenó a seis años de cárcel por el "encubrimiento" del crimen, pero lo absolvió del homicidio, en tanto dos años después, el Tribunal de Casación Penal lo sentenció a prisión perpetua.

El fallo fue apelado ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense, que rechazó el recurso por cuestiones técnicas, y desde septiembre está siendo revisado por el máximo tribunal de la Nación.

Díaz Cantón, sostuvo en la presentación que María Marta fue asesinada por ladrones a los que sorprendió robando en su casa y alertó que el 28 de octubre de 2014 la causa prescribirá.

En la escena del crimen se recolectaron tres A.D.N. que aún no se sabe de quiénes son, uno de ellos mezclado con la sangre de María Marta.

En 2011, se realizó el segundo juicio por el caso, en el que el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro condenó a tres familiares, un médico y un vecino de María Marta por el encubrimiento del crimen, que estuvieron dos semanas presos, pero después recuperaron la libertad bajo fianza.