Camila Speziale: "Tranquila voy a estar el día que vuelva a mi casa"

"Yo no estoy tranquila. Estoy contenta. Pero tranquila voy a estar el día que me den un pasaje y vuelva a mi casa", expresó Camila Speziale, la joven activista argentina que fue liberada bajo fianza luego de estar dos meses en la cárcel de San Petersburgo, Rusia.

Luego de su liberación salió a caminar con su mamá, entonces pensaba" esto no está pasando. ¿En qué momento me vienen a buscar para llevarme de nuevo? Pensaba tonterías: los edificios son hermosos, qué lindo que es el cielo", relató al diario Clarín.

Ella y Hernán Pérez Orsi fueron detenidos el 19 de septiembre mientras junto a otros 28 activistas de Greenpeace denunciaban pacificamente la extracción de petróleo en el Ártico.

Cómo eran los días en la celda

El día comenzaba a las 6.00 cuando se levantaba, media hora después traían el desayuno: té, pan "y algo parecido al arroz con leche".

A las 8.00 los guardias realizaban una "inspección" (lo que aún la despierta a la noche y le impide dormir bien), revisaban la celda y según Camila siempre hubo buen trato.

Al medio día el almuerzo era una sopa de cebolla con pollo o pescado, y pocas veces comió fideos.

A la tarde hacía una caminata por dos horas y a las 18 recibia la cena, luego una nueva inspección y volvía dormir.

"Pasaba de mirar tele, a leer, a quedarme mirando el techo, a escribir. Y así. Y llegaban momentos en que no tenía ganas de hacer nada. Intentaba hacer ejercicios, algo..."

Su estrategia para aguantar

"Yo tengo una organización detrás que se ocupó, que me hacía llegar comida, ropa, cartas", destacó ya que se comparó con sus compañeras de celda, dos inmigrantes con las que pudo hablar y establecer una relación.

Además, Camila contó que su "mecanismo de defensa" era "fuerte": pensaba que se iría en unos días, más allá de que los trámites se extendieran. "Yo pensaba a corto plazo. A la una terminaba de comer  y solo pensaba que a las 16 iba a salir a caminar".